Santo Domingo.- El Día de Acción de Gracias, una de las festividades más emblemáticas de Estados Unidos y Canadá, tiene sus raíces en eventos históricos de gratitud y supervivencia que se remontan a los siglos XVI y XVII.
Además su historia, que combina tradiciones indígenas y europeas, ha evolucionado hasta convertirse en una celebración de unión familiar y agradecimiento por las bendiciones recibidas.
El inicio en Estados Unidos
La primera celebración de Acción de Gracias en territorio estadounidense se remonta a 1621, cuando los peregrinos, un grupo de puritanos que llegó a bordo del Mayflower, organizaron un festín en Plymouth, Massachusetts.
Esta reunión tuvo lugar después de una cosecha exitosa, tras un invierno devastador que redujo significativamente su número.
Los peregrinos recibieron ayuda crucial de los nativos Wampanoag, quienes les enseñaron técnicas de agricultura y supervivencia.
El festín, que duró tres días, incluyó alimentos locales como maíz, pescado, calabaza y venado. Aunque no se llamó «Día de Acción de Gracias», este evento es considerado el origen de la festividad.
En 1863, en medio de la Guerra Civil, el presidente Abraham Lincoln proclamó el Día de Acción de Gracias como una celebración nacional, estableciendo su fecha en el último jueves de noviembre, un gesto para unir a un país dividido. Posteriormente, en 1941, el Congreso lo fijó oficialmente el cuarto jueves de noviembre.
Canadá: una celebración similar, pero diferente
En Canadá, la festividad tiene orígenes propios. En 1578, el explorador inglés Martin Frobisher celebró un servicio de acción de gracias en Terranova y Labrador para agradecer su llegada segura tras una travesía peligrosa.
Además, las tradiciones de los festivales de cosecha europeos influyeron en la creación de esta festividad, que se estableció oficialmente en el segundo lunes de octubre debido a la temporada de cosechas más temprana.
Motivos actuales para celebrarlo
- Gratitud: Es un día para detenerse y reconocer las cosas buenas de la vida, tanto las grandes como las pequeñas.
- Reunión familiar: En muchas familias, Acción de Gracias es una de las pocas ocasiones al año para estar juntos, compartir comida y reconectar.
- Solidaridad: Muchas personas aprovechan este día para ayudar a los menos afortunados, organizando o participando en comidas comunitarias o donaciones de alimentos.
5 platos de Acción de Gracias
- Pavo asado
- El protagonista indiscutible del banquete.
- Suele prepararse al horno, relleno con una mezcla de pan, hierbas, verduras y, en ocasiones, frutas o carnes. Es símbolo de la abundancia.
- Puré de papas
- Acompañado de gravy (salsa de carne), este plato es un clásico reconfortante.
- Las papas se hierven, se machacan y se mezclan con mantequilla, crema o leche, logrando una textura suave y cremosa.
- Relleno (o stuffing)
- Una mezcla que puede incluir pan, apio, cebolla, hierbas y, a veces, salchicha o frutos secos.
- Se cocina dentro del pavo o por separado, según la tradición familiar.
- Salsa de arándanos
- Agridulce y colorida, esta salsa complementa perfectamente el sabor del pavo.
- Se elabora con arándanos frescos o enlatados, azúcar y, en ocasiones, cítricos o especias.
- Pastel de calabaza (Pumpkin pie)
- El postre más tradicional de Acción de Gracias.
- Consiste en un relleno de puré de calabaza mezclado con especias como canela, jengibre y nuez moscada, horneado en una base de masa.
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