Boston.-La derrota de los Medias Rojas por 7-2 ante los Mets terminó el martes aproximadamente a las 9:45 p. m. Un frustrado Rafael Devers se sentó con un bate durante unos 40 minutos después de mirar fijamente su casillero.
El personal de relaciones con los medios le dijo que los periodistas querían hablar con él.
Hizo que todos esperaran durante más de una hora y luego se fue sin hablar a las 10:55 p .m. después de ducharse y vestirse. Su frustración es comprensible. Su equipo acababa de perder su cuarto juego consecutivo.
Ha perdido 10 de sus últimos 13 juegos. Los Medias Rojas han anotado cinco carreras en sus últimas 36 entradas.
Devers, quien ha estado lidiando con dolor crónico en el hombro durante toda la temporada, se fue de 4-0 con dos ponches. Tiene 21-11 en este viaje por carretera.
Sólo quedan 23 juegos y los Medias Rojas están a 4 ½ juegos detrás de Kansas City por el último puesto como comodín. Boston tiene marca de 17-26 con un diferencial de carreras negativo de 41 durante la segunda mitad.
Una vez que 10 juegos estuvieron por encima de .500, este equipo ahora tiene marca de 70-69.
La superestrella de 27 años ha tenido una temporada fabulosa a pesar de lidiar con problemas en el hombro. Tiene OPS de .905, 28 jonrones, 33 dobles, cinco triples y 80 carreras impulsadas en 123 juegos (538 apariciones en el plato).
Es una gran razón por la que los Medias Rojas de 2024 permanecieron en la carrera por el comodín hasta septiembre.
Devers lo está superando con su equipo en la carrera. Claramente no está al 100 %. Lo que está haciendo en el campo es admirable.
Problemática
— Apático
Devers ha mostrado una falta de liderazgo y responsabilidad fuera del terreno esta campaña. Ha optado por no hablar con los medios varias veces luego de derrotas del equipo, delegando en compañeros con menos nivel.