Deuda externa, el fantasma económico que nuevamente asusta a México

Deuda externa, el fantasma económico que nuevamente asusta a México

Deuda externa, el fantasma económico que nuevamente asusta a México

Recientemente cuando en la Cámara de Diputados se debatía el paquete de impuestos y fuentes de ingresos públicos para 2015, el diputado Ricardo Mejía Berdeja advirtió a sus compañeros:

«Van a aprobar un endeudamiento para México de 1.850 millones de pesos diarios (US$137 millones), situación que empeorará el momento económico que enfrenta el país», dijo.

El legislador se refería a la autorización que el Congreso otorgó al gobierno mexicano para contratar más deuda el año próximo, un tema que enciende los focos rojos de consultores, académicos y organizaciones civiles.

De acuerdo con el Banco de México la deuda pública del país -interna y externa- es mayor a seis billones de pesos, más de US$460.000 millones.

Esta cantidad equivale al 39,9% del Producto Interno Bruto.

Es un nivel similar al que se tenía en 1990 cuando el país empezaba a superar un largo período de crisis económica.

Uno de los primeros pasos fue renegociar su deuda externa.

Actualmente los créditos con corporaciones financieras internacionales representan el 20% del total de los pasivos del gobierno mexicano.

El resto son bonos y créditos contratados en el país.

Crecimiento

Pero los números son una parte del problema, le dice a BBC Mundo Viridiana Rios, directora de México, ¿cómo vamos?, una consultora que reúne a un grupo de especialistas que analizan y debaten la evolución de la economía del país.

«Suena horrible el 39% pero en realidad no es alto.

Cuando ves el promedio de deuda que tienen los países desarrollados es más o menos 100%», explica.

«El gran problema no es tener deuda sino cómo se usa, si es bien o mal utilizada.

No me preocupa la deuda de México sino cómo ha crecido, pero no porque aumentó sino porque si seguimos a ese paso vamos a tener un endeudamiento más alto».

Y es que los especialistas de la consultora detectaron que la deuda pública creció 14% en un año, y la tendencia es que se mantenga al alza en el futuro cercano.

Además en los proyectos de ingresos fiscales y el presupuesto de gasto para el siguiente año se nota una reducción paulatina de inversión productiva, y al mismo tiempo aumenta el gasto destinado a la operación del gobierno.

Semáforo en rojo

México ¿cómo vamos? diseñó un mecanismo para medir la evolución de 13 variables económicas del país, que se refleja en un semáforo virtual que indica si se acerca o no a los niveles pronosticados.

En el caso de la deuda pública desde 2011 el semáforo se mantiene en rojo, una evaluación que algunos comparten.

El diputado Ricardo Mejía, del partido Movimiento Ciudadano, le dice a BBC Mundo que el gobierno pretende sustituir la caída de ingresos por la venta de petróleo con deuda, algo que puede resultar peligroso.

«Esta deuda descomunal que usa el gobierno para financiar el gasto corriente y el desarrollo es un riesgo gravísimo a las finanzas públicas», subraya el legislador.

«La capacidad recaudatoria del país es deficiente, y esto puede ser una bomba de tiempo que haga estallar la estabilidad macroeconómica del país».

Los riesgos

¿Es peligroso tener un nivel de deuda pública como existe en México?

El gobernador del Banco de México (banco central), Agustín Carstens, asegura que el problema se encuentra en niveles controlables, además que las reservas internacionales del país superan los pasivos del gobierno.

Además las calificadoras financieras internacionales otorgan un rango positivo al endeudamiento mexicano, es decir consideran que el país tiene posibilidades de pagar sus créditos.

Pero eso no significa estar exento de problemas, recuerda Viridiana Rios.

La Reserva Federal de Estados Unidos empieza a cambiar su dinámica financiera y es posible un aumento en las tasas de interés.

Eso encarecería a México el costo de su deuda pero no es todo.

El precio del barril de petróleo producido en el país mantiene una caída paulatina en los últimos meses, y es previsible que se mantenga la tendencia en el futuro.

Las finanzas públicas mexicanas dependen en 34% de las ventas petroleras.

El diputado Mejía Berdeja cree que “el boquete” fiscal se cubrirá con más deuda.

«¿Vacas gordas?»

Una de las justificaciones oficiales del endeudamiento público es que se necesitan recursos para sostener las reformas estructurales recientemente aprobadas, especialmente la energética.

Pero de acuerdo con las estimaciones de las autoridades mexicanas y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), es que el fruto de las nuevas leyes no se presentará en el corto plazo.

«Es un momento de muy altas expectativas pero de muy pobres resultados», insiste Viridiana Rios.

«La razón por la que contratamos deuda ahorita es porque creemos que es el momento de las vacas flacas, lo cual implícitamente quiere decir que creemos que habrá vacas gordas».

«Pero eso es una expectativa, no es algo enteramente previsible. Ese es el gran problema del crecimiento basado en deuda, se fundamenta en una expectativa positiva del futuro cercano».