España.- Las fuerzas de seguridad han detenido a una antigua empleada de una bodega española como sospechosa del vertido intencionado de 60.000 litros de vino de alta calidad de la famosa denominación de origen Ribera del Duero (norte), valorados en 2,5 millones de euros (2,7 millones de dólares).
La investigación continúa abierta y no se descartan más detenciones, informaron este jueves las autoridades. El sabotaje fue cometido en la madrugada del 18 de febrero pasado, cuando una persona encapuchada accedió a las instalaciones de la bodega Cepa 21 y abrió tres depósitos de vino que se derramó en el suelo. La imágenes grabadas por las cámaras de seguridad hacían pensar que se trataba de una mujer.
Supuestamente, la detenida entró en las instalaciones vinícolas, ubicadas en la localidad de Castrillo de Duero (provincia de Valladolid), y vació tres depósitos de las marcas Horcajo y Malabrigo, cuyas ventas habían crecido un 15 por ciento en el último año.
La imágenes grabadas por las cámaras de seguridad hacían pensar que se trataba de una mujer.
Los investigadores trabajaron desde un primer momento con la idea de que la autoría del delito correspondería a una mujer, más concretamente una persona perfectamente conocedora de las instalaciones y muy familiarizada con la maquinaria, y de que se trataría de una trabajadora o exempleada. Finalmente, llegaron a la conclusión de que la responsable, efectivamente, sería una persona que había trabajado en la empresa.
Concretamente, el contrato de la mujer detenida expiró dos días antes del vertido, aunque se le había comunicado quince días antes. Esto “pudo haber sido fundamental para la planificación del hecho a la postre cometido”, según los agentes encargados del caso.
La investigación trata de esclarecer cómo pudo la mujer entrar en la bodega, porque las medidas de seguridad estaban activadas. Aparte del sabotaje, que tuvo gran repercusión mediática, no faltó absolutamente nada de la bodega, por lo que se descarta que fuera un robo.
Cepa 21 aúna la elaboración de vinos, el enoturismo y la gastronomía. EFE
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