Determinación

En los últimos días ando devorando un libro cargado de energía y enseñanzas. “Redes de liderazgo” de Jaime Lokier. Sin desperdicios.

Me ha capturado tanto que quiero compartirles, hasta ahora, lo que es para mi una de las enseñanza más poderosas y está relacionado a la palabra “determinación”.

Por lo general, de una u otra manera, andamos detrás del éxito. Queremos hacer que esta palabra se transforme en acción en nuestras vidas, pero, como les escribí en la columna de la semana pasada, hay que pagar un precio para que esto se materialice.

En las librerías físicas y virtuales podemos encontrar muchos tipos de libros, o personas en nuestros entornos que nos pueden ayudar o apoyar en nuestra hambre de éxito. Tal vez perseguimos una idea triunfadora impuesta por nuestra sociedad o un sueño nacido y alimentado en la precariedad y la dificultad, o, tal vez, solo un deseo de volar más alto de lo que lo hemos hecho hasta ahora. Todas pueden ser válidas.

Todos sin excepción, en algún momento de nuestras vidas, hemos querido salir de un hoyo, o deseado lograr o tener cosas, títulos y reconocimientos.

Ahora te pido que te detengas, analices y enfoques para que no sigas dándole a ciegas a la piñata. Y para eso tienes que tener claridad y certeza de lo que quieres. Trata de descubrirlo, pues sin estas dos cosas, solo darás vueltas en círculos.

¿Qué quieres? ¿Qué deseas para ti y los tuyos? Hay muchos atributos que te pueden ayudar a lograr tus sueños, metas u objetivos. Como quieras ponerle nombre. Y este libro de Lokier, aunque es enfocado a las redes de mercadeo, te deja grandes enseñanzas en el conocimiento propio, tus motivaciones y tus por qués para lograr lo que quieres lograr.

Luego de tener la claridad de lo que quieres y la certeza de que eso que quieres pasará “no importa cuando ni cómo, pero pasará”, encontrarás la determinación de hacer lo que se requiera para lograr hacer realidad tus sueños.

Siguiendo con eso de “pagar el precio”, les dejo una afirmación poderosa de Lokier que pudiéramos repetirnos como un mantra: “Haré lo que tenga que hacer, por el tiempo que tenga que hacerlo, hasta lograr lo que quiero lograr”.