La estructura orgánica de un Estado supone el respeto de todos los ciudadanos a cada autoridad dentro del límite de su competencia. Es por ello que el funcionario responsable de controlar y fiscalizar el quehacer de una actividad social, es, en ese campo de acción, el único servidor público embestido por ley con atribuciones de determinar si una persona ha infringido o no la norma que rige la materia, levantar una acta de infracción y enviar el expediente a un juez para conocer y decidir sobre dicha acusación.
Así las cosas, en materia de tránsito de vehículos de motor, los agentes de la amet son los encargados de verificar la correcta aplicación de la Ley 241, y proceder conforme cada caso. Ahora bien, el protocolo de una autoridad, la que fuera, en el ejercicio de sus atribuciones, no se puede constituir en un <Evento social> de Facebook, twitter, Instagram, y comenzar a grabar al momento del levantamiento de una infracción, ya que sobre esa persona aún recae la tutela del principio constitucional de inocencia.
Todos los agentes de transito actúan<En Nombre de la República>, y en ese mandato recae la responsabilidad también de resguardar y garantizar los derechos fundamentales de todos, sin dejar de cumplir con el deber propio. Lo de la fiscal, no es más que una respuesta como organismo, el cual respaldó a la funcionaria, pero desproporcionado. Ambas instituciones deben procurar mayor preparación a su personal para tratar situaciones propias de su oficio.
Esperemos que desde ahora en adelante no todos los amet pretendan grabar cada infracción y hacer un debate mediático.Ni que todos los fiscales quieran meter preso a cada agente cuando se le imponga una infracción. ¡Necesitamos fortalecer las instituciones!
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