Despegue de renovables

Despegue de renovables

Despegue de  renovables

Federico Alberto Cuello

La limpieza. Nunca como ahora ha sido tan importante. No sólo de las manos, de nuestros cuerpos o de nuestras casas, sino también de la energía, sector en el que las renovables tienen, literalmente, el viento en popa.

Los beneficios de Iberdrola, operador español de turbinas de viento en Europa y las Américas, crecieron 5.3% durante el primer trimestre del año. Ignacio Galán, su Presidente Ejecutivo, anunció que acelerarán su programa de inversiones y que contratarán 5,000 nuevos empleados. “Lo mejor que podemos hacer para recuperar la economía” dijo al Financial Times, “es invertir y generar puestos de trabajo”.

Por su parte, los beneficios de Orsted, desarrollador danés de turbinas de viento, subieron 27%. Henrik Poulsen, su Presidente Ejecutivo, no prevé mayores cambios en la ascendente trayectoria de su empresa pues, “el COVID no ha tenido impacto” en sus niveles de generación.

Nada airosas, en cambio, son las perspectivas de Shell. Por vez primera desde la 2da guerra mundial, el gigante británico-holandés recortó sus dividendos. Su Junta de Directores decidió que no era “prudente” seguir pagando beneficios al mismo nivel, por la prolongada “incertidumbre, debilidad en los precios del petróleo, mayor volatilidad y perspectivas inciertas en la demanda”.

Desde hace décadas los ambientalistas quieren frenar la economía para reducir y eventualmente eliminar la contaminación. Lo que muchos consideraban imposible hacer por el planeta lo está logrando la pandemia, “sólo que esta vez es por nosotros, los humanos”, como dijera el Presidente francés Emmanuel Macrón en una reciente entrevista (disponible en el enlace https://next-media-api.ft.com/renditions/1587 3710312 030/128 0x720.mp4).

El aislamiento social redujo hasta en 80% las emisiones de gases y partículas contaminantes de fábricas y carros. Mientras sube el consumo de electricidad en los hogares, en la industria la demanda se ha desplomado.

En términos netos, la generación cayó 8% en China, 10% en Nueva York y 30% en Europa.
Tres ventajas explican el optimismo de las renovables. La primera es su dependencia de insumos limpios y gratuitos, como el aire que mueve sus turbinas y el sol que calienta sus paneles.

La segunda es la reducción acelerada del costo marginal del kilovatio/hora que generan. Por ello, a nivel mundial, las renovables ya se encontraban en la fase de crecimiento exponencial de la curva de adopción de tecnologías, cuyo comportamiento es idéntico al de la curva de contagio que sigue una pandemia.

Y la tercera ventaja es la prioridad que tienen las renovables por encima de otros generadores. Suba o caiga la demanda, su mercado está garantizado porque su energía se despacha antes que la de las demás.

Contener el contagio acelera a nivel mundial la limpieza ambiental y la generación de energía a partir de fuentes renovables. Países con poca radiación solar como Japón o Alemania ocupan, respectivamente, el tercer y el quinto lugar a nivel mundial.

Con el doble de radiación solar de esos países y con vientos constantes en zonas estratégicas para producir 10 gigavatios de energía, ¿qué espera República Dominicana para también incrementar el aporte de las renovables a su matriz energética?



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