En su reporte del 9 de enero /2016, correspondiente al año 2015, la firma Oxfam International (ISBN 978-1-78077-995-9), radicada en el Reino Unido, ha puesto de relieve, casi como denuncia, algunos resultados negativos de la gestión mundial relacionada con la desigualdad.
A ese respecto, dicha firma ha informado, entre otros asuntos, que:
1. En 2015, el 1 % de la población mundial fue evidenciada por el estudio como más rica que el 99 % restante.
Es decir, de cada cien personas, una resultó más rica que las noventa y nueve restantes.
2. En dicho año, la riqueza de las 62 personas más ricas del mundo igualaba la riqueza de los 3,600 millones de personas más pobres del globo.
3. En 2010, el número de las personas que tenían tanta riqueza no era de 62 como resultó en 2015, sino que era de 388. Esto significa que dicho número ha venido reduciéndose y que, por tanto, la riqueza de una cantidad cada vez menor de ricos ha estado igualando la riqueza de 3,600 millones de pobres, lo cual indica, a su vez, que la desigualdad ha ido en incremento sostenido y franco.
4. Informa OxfamInt’l que la riqueza de las 62 personas más ricas creció 44 % en el quinquenio 2011/2015, mientras que la riqueza de la mitad más pobre disminuyó 41 % en el mismo periodo.
5. De la nueva riqueza generada en lo que va del siglo XXI, hasta 2015, el 50 % ha servido para engrosar las arcas del 1 % de la población, mientras que la mitad más pobre solo ha recibido el 1% de dicha nueva riqueza.
6. El ingreso medio del 10 % de la población más pobre ha aumentado menos de tres dólares ANUALES durante casi un cuarto de siglo (1991 – 2015).
7. Las desigualdades económicas ya indicadas amplifican las desigualdades particulares entre mujer y hombre pues la brecha salarial entre un género y otro resulta ampliada conforme las sociedades se vuelven más desiguales.
Al respecto, apunta el informe, que de las 62 personas más ricas del mundo, 53 son hombres y solo 9 son mujeres.
Esas son las siete principales informaciones del Reporte Oxfam/2015 el cual parece llegar como oportuno alerta para que los ricos, los gobernantes y los líderes del mundo se pongan a la altura de los tiempos y entiendan que la suerte de la macro-sociedad tiene que ver con sus desempeños, sus responsabilidades y su conciencia.