Santo Domingo.- República Dominicana perdió en siete años un 22 % de potencial de desarrollo humano a causa de las desigualdades territoriales, ya que las oportunidades al respecto no se desarrollan por igual en todo el país, según una plataforma de información del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
La Plataforma Territorial de Desarrollo Humano República Dominicana, que será lanzada oficialmente el miércoles y que hoy fue presentada a los medios, recopila datos de 2010 a 2022 y busca ayudar a “lograr una mejor focalización de la inversión y el gasto públicos, sirviendo como insumo estratégico para la planificación y el diseño de políticas públicas centradas en las personas».
De acuerdo con esta herramienta, la dimensión Educación dentro del Índice de Desarrollo Humano (IDH) presenta la mayor pérdida de potencial (27,6 %), mientras que Salud e Ingresos se situaron en el 16,1 % y el 21,6 %, respectivamente.
El estudio indica que, si bien República Dominicana mantiene un nivel de desarrollo humano alto (ocupa el puesto 82 de 192 países y el 14 de 33 Estados de América Latina y el Caribe), su crecimiento económico no ha beneficiado a todas las personas de las diez regiones estudiadas.
De todas ellas, solo una registra un desarrollo humano alto, Ozama, donde está la capital dominicana, por su parte las tres regiones fronterizas con Haití tienen un desarrollo bajo. Para el PNUD, el hecho de que todas las áreas fronterizas estén en un nivel de desarrollo bajo evidencia que “enfrentan desafíos importantes en lograr la universalidad de acceso a servicios de educación y salud, además de oportunidades de trabajo decente para alcanzar niveles de ingresos dignos».
De acuerdo con los datos de la plataforma, un 50 % de la población dominicana habita en regiones de desarrollo humano medio-alto o alto y se ha reducido el número de quienes viven en regiones de desarrollo humano bajo (del 28,1 % en 2016 al 10,5 % en 2022).
La investigación también tiene en cuenta la desigualdad de género, la cual ha disminuido un 4,7 % y se mantiene de media en torno al 0,439 entre 2010 y 2022.
Para la representante residente del PNUD en República Dominicana, Inka Mattila, aunque “la efectividad lograda en el país en reducir la pobreza monetaria ha sido fundamental para expandir las oportunidades de desarrollo humano”, los avances se ven limitados por la “normalización de las desigualdades”, en especial las de género y la exclusión de poblaciones vulnerables.
A fin de reducir las brechas, el PNUD plantea el diseño de políticas públicas que incidan en una mayor capacidad redistributiva para generar crecimiento económico inclusivo, como reformas en los mercados laborales con sistemas de incentivos para la productividad, especialmente en la zona fronteriza, promoviendo la inclusión de las personas en condición de pobreza.
Igualmente considera importante trabajar la igualdad de género con la potenciación de políticas con enfoque en la mujer y establecer acciones que generen resiliencia ante eventos climatológicos, entre otros.