Revisaba hace unos días varios libritos para niños acerca de personajes de la historia dominicana y he quedado escandalizado.
Si mi idea de nuestros próceres se hubiese formado en base a lo que leí, Trujillo, Boyer y el esclavo insurrecto Lemba son figuras casi modélicas, cuyas virtudes opacan cualquier pecadillo, mientras auténticos héroes como Sánchez, Nouel o Bosch son apenas notorios por sus modestos aportes patrióticos.
Imagino que la lectura de semejante bazofia no hace ningún bien a la formación de ciudadanos conscientes como los que nuestra nación requiere para sobrevivir.
Manoseando el librito, otra minucia llamó mi atención: por ninguna parte dice en cuál año fue impreso, como si ello no fuera necesario en el pie de imprenta.
Quizás ese disimulo sirve para hacer creer que se trata de un impreso actualizado cada vez que inicia el año escolar. ¿Cómo mejoraremos si hay tanta impune deshonestidad -intelectual y comercial- en asuntos tan sencillos?