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Desfile con final feliz

Ricardo Vega Por Ricardo Vega
Desfile con final feliz
Ricardo Vega.

El sueño nunca pudo ser mejor soñado: «El país avanza en el índice de Percepción de la Corrupción». ¡Que éxito!

Ante tan magnánimo acontecimiento, pregonado con ribetes de comedia misericordiosa cada cierto tiempo, hacemos pública nuestra modesta propuesta:

En vez de conmemorar la Independencia Nacional, como es tradición cada 27 de Febrero, concentremos todo nuestro pudor en la «Independencia de la Impunidad».

Como parte de los actos, desfilarían con sobrado orgullo, al filo del Malecón de Santo Domingo, una vistosa y colorida amalgama de pendientes. Iniciaría en el sustancioso Punta Caucedo, con sus furgones aromáticos, hasta los confines de la frontera sin frontera. No sólo los del pasado, sino también los jóvenes y recién nacidos.

En la carroza principal «Los casos escasos». Los llevados ante la ceguera judicial cuyos protagonistas terminan conservando igual o más poder económico que antes de prestarse al circo mediático. Y no precisamente por «roba la gallina».

¡Que acontecimiento! La versión artesanal de Odebrech; la fauna marina completa: Calamar, Antipulpo, Coral, Caracol; Operación 13, Medusa, Falcón, Larva, Camaleón, Pandora… Pero sin tocar la tecla conectiva a la abundancia de olores prohibidos.

Dado su atrayente poderío (9.5 toneladas), «El carruaje de la coca», exhibiría su atrayente influencia sin necesidad de artistas. A control remoto.

Para disfrutar aún más de este esplendoroso evento y protegerse de la candela solar irradiada, es preciso acomodarse bajo el paraguas del conciliábulo. El mismo que legitima a cambio de un reinado sin régimen de consecuencias.

Quienes no se unen al desfile y osaran cuestionarlo se arriesgan a ser opositores interesados. Y en el menor de las consideraciones «parigüayos». Obstaculizadoras infuncionales.

Ahora bien, no vayamos a pensar que este desfile o sueño inconcluso colapsa al despertar. No. El andamiaje institucional se reinventa constantemente y recrea percepciones.
La belleza de esta novedosa cultura siempre tiene final feliz.

Lea además: A propósito de inmigradeportados

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