Porque: Nada pierdo con soñar y
Dar a conocer los mismos.
Es mejor ser tu propio amo y no
Un simple engranaje de una
Maquinaria o Partido
Perverso y corrupto.
Deseos que en la vida siempre has aspirado verlos hechos realidad pero que permanecen en eso, solo en deseos y el siempre ojalá, que en estos tiempos ideales, hasta por el clima, quisiera me brotara una vena de esas que anteriormente era común escuchar frente al sonido de una canción o un bello poema… ¡Consígueme una Gillette! Pero, este hecho no se produce y solo ráfagas consigo cuando pretendo filosofar o darle alcance a cualquier musa errante que me haga elevarme a las palabras sublimes y poder expresar determinados sentimientos.
Si, sólo asomos que me hacen caer en la cuenta de que tener síntomas no es lo mismo que la enfermedad, aunque conozco muy bien que la naturaleza humana aborrece los vacíos y tratando de llenarlos oso expresar que disfrutar de tu compañía en silencio, sin palabras que produzcan ruidos, solo disfrutar de ese murmullo que únicamente las almas pueden producir desde lo más profundo de los sentimientos y que solo ella sabe interpretar, definitivamente que eso llena mis grandes espacios vacíos.
A ti, como dice la canción de Gilberto Santa Rosa, la misma que en lo que nos tocó andar por los caminos de los sentimientos y que no nos fue “Ni bien ni mal”, sí, a tí, que hoy eres nada y fuiste todo para mí/ a quien no sé si recordar vale la pena/ y a quien de pronto se me ocurre en la distancia recordar”, a ti te deseo que la vida no te trate mal.
Que no te suceda como los políticos a los cuales el poder los hace insensibles e indolentes y la ambición los hace descarrilar, para luego no tener vida, solo dolores y soledades donde no existen las improvisaciones que logren llenar esos vacíos que riqueza alguna puede saciar.
A ti te deseo que no te pase algo igual. Que la desgracia y la perpetuidad de lo vano y sobre todo, de las alabanzas “Solidarias” que logres obtener en tu alocada carrera, te hagan creer lo que en realidad no eres, no has sido y no serás. Que pasado este tiempo de falsas ilusiones no caigas en la hondura de las oscuridades y la incertidumbre de vida, digamos un símil como la situación del país.
Son tantos los deseos que tengo y todos tan pequeños que podría abarcarlos todos con mis brazos, debido a que son sentimientos y ambiciones tan simples que llegan a parecer absurdas. Y es que con los buenos sentimientos anidando en ti te conviertes en un vertedor de quietud, de ilusiones y sueños que no se pueden comprar con dinero y mucho menos con engaños. Tengo un deseo como si fuera un sueño, de dejar de soñar y verlo irrigarse como bondad del cielo.
Deseo que este pueblo deje de ser pendejo y ¡vaya a ver usted qué deseo!. Pero no quiero ese despertar “revolucionario” que algunos alcahuetes y chupa tinta proclaman como si fuera la salvación nacional, no, ese tipo de despertar no. Y es que ya conocemos el resultado de esos despertares, el cambio de una dictadura, por otra aún peor, mas sanguinaria y autoritaria que por demás hasta el pensar de la gente esclaviza, porque al menos, la llamada democracia encubre ese mismo accionar con cajitas o pregonando riquezas que muy pocos ven y disfrutan, donde la misma ha sido en base a empeñar hasta la soberanía como nación y que no sufrirán sus consecuencias los que firman los empréstitos.
Un deseo simple, sin revolución sanguinaria ni héroes casamenteros, solo un despertar donde el pueblo diga: Una fila interminable, por orden de llegada, desde tal punto hasta llegar a tal lugar como protesta por el alza de los combustibles; Un no rotundo para tal día no acercarse siquiera a una estación de combustible como rechazo al accionar corrupto de la mafia que lo domina; Un cerco pacifico ante tal o cual establecimiento por alterar los precios sin que esto conlleve obstaculizar el transito;Un marchar en fila frente a los diferentes Palacios donde habitan los que nos oprimen y que el silencio de la misma ensordezca a los perversos que estarán observando por las ventanas, eso, sólo eso, un despertar de conciencia, es a lo que aspiro. ¡Sí señor!