El desempeño sexual no es más que la manera en como nos manejamos en la intimidad y como rendimos para complacer a nuestra pareja y a nosotros mismos. Este está condicionado por múltiples factores que van a influenciar positiva o negativamente.

Es importante la información de que factores físicos, emocionales, ambientales, alimenticios intervienen en la vida sexual activa de un individuo y en su desempeño sexual, pues este conocimiento puede evitar la aparición de disfunciones sexuales que pueden dar al traste con la vida sexual de la persona.

Los hombres suelen preocuparse en mayor grado que las mujeres porque se espera de ellos no solo un adecuado rendimiento sexual, se espera un desempeño extraordinario para complacer a la mujer y en muchos casos ser sus maestros, pues en nuestra cultura, el hombre debe saberlo todo y la mujer aprender con el.

Estas altas expectativas con relación al hombre le responsabiliza en gran medida, lo que puede provocar ansiedad y angustia pudiendo llegar a desarrollar incluso, disfunciones sexuales.

Recordemos que los hombres deben erectar un pene para el desarrollo de una relación coital y si no lo consiguen, es causa de gran frustración.

Este hombre si está cansado o abrumado por el trabajo, mal alimentado, si hay cambios climáticos que lo afectan, o tiene preocupaciones por alguna situación, podría no ser el mejor amante en ese momento.

La mujer, por su parte, puede tener cansancio extremo a causa de múltiples actividades y no responder adecuadamente en la intimidad.