Desechos de plásticos, algo debe hacerse

Desechos de plásticos, algo debe hacerse

Desechos de plásticos, algo debe hacerse

Felipe Mora

Esto no es algo para que se llame la atención a la ciudadanía solo por algunos días o semanas. Debe ser algo permanente, que cale en la conciencia nacional.

Los desechos de plásticos están por todas partes. Cada día, cientos de toneladas de unidades de plásticos (incluido millones de bolsas y botellas) son lanzadas sin ningún criterio a sitios en que esos desperdicios se vuelven contaminantes y en los que se convierten en un atentado contra la preservación del medio ambiente.

Miles de toneladas de plásticos son arrojadas sobre aceras y contenes, áreas verdes, calles y carreteras, caminos vecinales, solares baldíos, patios y callejones. Pero, lo que es peor aún, las ríadas y escorrentías de lluvias los arrastran a lechos de ríos, arroyos, cañadas, lagunas y hasta los océanos.

Como podemos ver, tenemos un problema complejo que atenta contra la salud de todos, y la mismísima biodiversidad. Peces, crustáceos y tortugas, si ingieren plásticos, su tiempo con vida será cuestión de horas.

Una botella de plásticos tarda 500 años en biodegradarse, y una bolsa alrededor de 55 años.

La autoridad deberá imponer controles estrictos con los desechos de plásticos que generan restaurantes, bares, canchas y estadios deportivos, galleras, y otros negocios.

Este problema no es algo para que se llame la atención a la ciudadanía solo por algunos días o semanas. Debe ser algo permanente, que cale en la conciencia nacional.

El real peligro con los desechos plásticos es que no hay controles efectivos para detener o impedir que sean arrojados en sitios vulnerables, donde la autoridad no ha dispuesto ningún tipo de control.

De esta manera se podrá “revivir” una ley en desuso, la número 120-99, que prohíbe tirar basura en las vías públicas.

Lo primero que se debe hacer es iniciar un extenso programa a nivel nacional que involucre a todas y cada una de las instituciones públicas, privadas y de la sociedad civil que de verdad les duela y se preocupen por este país.

Por lo que se ve a simple vista con el manejo de los plásticos se requiere una política de acción que tenga efectividad desde sus inicios.

Las escuelas y universidades deben ser los primeros en dar un paso al frente para concientizar a la población más joven respecto al peligro que representa el uso sin control de desechos plásticos.

Los ministerios de Educación y de Educación Superior deberán estar al frente de esta iniciativa, lo mismo que organismos como la Caasd e Inapa. Estos tienen que jugar un rol estelar en cuanto a impedir la mala disposición de desechos de plásticos.

En las políticas de concientización dirigidas a la población también deberán tomar parte los medios de comunicación; el Congreso, la sociedad civil, los ayuntamientos y las iglesias.

También, los empresarios vinculados en los negocios con plásticos, ecologistas, comerciantes, ministerios de Salud Pública, de Obras Públicas, de Interior y Policía, de Turismo, de Defensa, Policía Nacional.

Por demás, el Ministerio de Medio Ambiente tendrá que iniciar una campaña que tenga por norte concientizar a la población sobre los peligros que representa el arrojo de plásticos sin control a lugares vulnerables.

Aún sigue la mala práctica de que los ríos Ozama e Isabela son víctimas del arrojo desmedido de desechos plásticos, y que en tiempos de lluvias torrenciales miles y miles de unidades de botellas y vasos plásticos van a la desembocadura del Ozama en el mar Caribe.