Desea ser persona mediadora, fórmate en la PUCMM (I)

Desea ser persona mediadora, fórmate en la PUCMM (I)

Desea ser persona mediadora, fórmate en la PUCMM (I)

Alexis Rafael Peña.

Personas lectoras de la columna Conflictos y Mediaciones y que han leídos artículos relacionados a la mediación familiar, comunitaria, vecinal, de condóminos, conciliación, arbitraje, negociación u otros métodos de resolución de conflictos; me han preguntado en cual institución educativa o formativa imparten cursos o especialidad en mediación en el país. Hoy les relato donde puede acudir para ser persona mediadora.

Las universidades católicas PUCMM y de Lovaina de Bélgica, te ofrecen la oportunidad de realizar la Especialidad en Mediación Familiar, la cual tiene como objetivo capacitar a las profesionales para comprender los conflictos que surgen en las familias en general y en la pareja que divorcia en general, a facilitar la comunicación y a lograr acuerdos durables y aceptables para las partes en conflicto.

Todas las personas interesadas tienen todo el mes de junio para inscribirse y se iniciara en el mes de agosto, en las oficinas de Posgrado de la PUCMM en Santo Domingo, 2017. Las personas participantes serán capaces de favorecer el diálogo en vez del  litigio o controversia, ayudará a tomar decisiones tomando en cuenta los diferentes puntos de vista, buscando encontrar soluciones consensuadas  adaptadas a las situaciones y a los intereses de cada persona.

Como he explicado en otras ocasiones, la mediación familiar es un método de facilitación de la comunicación, al igual que un modo alternativo de resolución de conflictos, y sobre todo de prevención de su agravamiento.

Según el programa que presentan las universidades citadas, estas son las características que posee la mediación: La mediación se hace sobre una base voluntaria.  La mediación es llevada a cabo por una persona competente. La mediación se hace en toda confidencialidad.

El programa de la Especialidad en Mediación Familiar subraya algunos aspectos que pueden afectar a la familia y a las parejas, tales como:

Rompimiento de relación con hermanos y hermanas, lo cual dificulta la repartición de una herencia. En el caso de una separación pueden producirse: falta de acuerdo entre los cónyuges en lo que respecta a las modalidades de acogida y albergue de los hijos.

El ejercicio de la autoridad parental. La educación y el futuro de los hijos, la contribución a los gastos para su manutención  educación. Las relaciones de los hijos con uno de los padres o con los abuelos.  Las consecuencias financieras de la separación, la división de los bienes, etc.

Continúa resaltando el programa dentro de sus motivaciones los siguientes aspectos:

“En esos casos, el reflejo natural de las personas implicadas es el iniciar una acción ante la justicia.  Pero un procedimiento judicial conduce a menudo a una ruptura irremediable de las relaciones.  Y esto puede llevar a acciones que pueden llegar a ser traumáticas, en diferentes aspectos: agresividad en los debates, costos elevados, duración del procedimiento, ambiente desagradable, etc.”

“Cuando un diálogo sereno no parece ser posible se puede recurrir a una persona neutra, para tratar de encontrar con su ayuda una solución al problema.  Es posible lograr un acuerdo aceptable para cada una de las partes y así evitar que la solución no sea una impuesta por un juez o un árbitro”.

Mientras sobre la persona mediadora dice “El mediador ayuda a las personas a reestablecer el diálogo, a confrontar sus puntos de vista y a llevar a los miembros de la familia a encontrar por ellos mismos las bases de un acuerdo durable y mutuamente aceptable, teniendo en cuenta las necesidades de cada uno, y particularmente las de los niños, en un espíritu de co-responsabilidad parental”.

La mediación familiar puede ser abordada por profesionales del derecho, el trabajo social o la psicología u otras disciplinas afines; ya que el conflicto surge en todas las áreas del saber y por tanto requiere ser abordado por personas multidisciplinarias.

Estos profesionales pueden aprender a manejar la comunicación y el dialogo para poner a personas en conflictos a conversar para que sean ellas mismas acompañadas de un tercero imparcial que busquen sus propias soluciones a sus situaciones controversiales.

Estas técnicas permitirán a las personas que ingresen a esa especialidad a promover cambios de paradigmas sobre el conflicto y a la vez promover la cultura de paz y convivencia que requiere la República Dominicana.

Por último el programa dice que “dentro de una perspectiva crítica y universitaria, este programa de Especialidad integra el proceso de la mediación dentro del contexto más general de la evolución de la sociedad y de sus instituciones, algo indispensable para poder responder a las necesidades y a las capacidades de los individuos y de los grupos.  Pone en relieve las múltiples facetas de la mediación, y en particular sus diferencias con los otros modos de resolución de conflictos”.

Dice que “el programa implica una manera distinta de pensar, un enfoque diferente, otra manera de escuchar en lo que respecta a un conflicto familiar. Todo esto ha llevado a enfocar el programa, de manera deliberada, en una perspectiva interdisciplinaria, y a promover la formación del profesional en las cuestiones éticas, deontológicas y jurídicas relativas a su intervención”.



Alexis Rafael Peña Céspedes

Periodista, abogado y mediador certificado.

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