El cooperativismo llega a la República Dominicana a inicios del año 1946, de la mano de los padres Scarboro, quienes impulsaron la creación de la Cooperativa Manoguayabo, iniciando de esta manera la expansión y desarrollo de estas empresas de la economía solidaria, muy a pesar de las trabas colocadas por la dictadura trujillista.
A más de seis décadas de iniciado este proceso ha sido exponencial el crecimiento y desarrollo que ha experimentado el sistema cooperativo dominicano, logrando abarcar todo el territorio nacional y a diferentes sectores de la vida productiva del país.
Los resultados del IV Censo Cooperativo Nacional revelan que en la actualidad existen 685 cooperativas, con una matrícula social de 1,305,632 socios y socias, de los cuales el 52% son hombres y el 48% mujeres, que representan el 28% de la población económicamente activa y el 14% de la población nacional, cuentan con 900 puntos de servicios, 59,890 empleos justos y una gestión de calidad y con transparencia que posibilita el desarrollo cooperativo nacional.
Durante el pasado año los activos de las cooperativas crecieron en 36%, el pasivo total creció en un 6%, su patrimonio en un 67% y los excedentes en un 21.60%.
Los recursos que manejan las cooperativas provienen esencialmente de los socios y socias, quienes al mismo tiempo son sus clientes.
Las cooperativas en el país representan el 7% de los activos totales del Sector Financiero, el 6% de sus captaciones y el 18% de los depósitos a la vista.
Las cooperativas están dedicadas a actividades productivas, administrativas, de servicios y financieras, las cuales están enmarcadas dentro de su misión, planes y programas, y se desarrollan en un clima dinámico, cambiante y competitivo, como lo es el mercado global.