Creí que Los Vinchos era un término despectivo hasta que ayer vi un tuit de un primo de ellos celebrando que Vinicito haya armado tremendo revuelo de opinión pública en contra del proyecto de ley de trata de inmigrantes ilegales.
Es una cosa tremenda que a puros tuitazos alguien sea capaz de intentar poner en ridículo a un presidente que ha tenido toda consideración con su familia. No es raro, sin embargo, porque antes pasó igual cuando abandonaron a Leonel para arrimarse a Danilo, que los premió grandemente, para pelearse con él y volver al leonelismo antes de su breve encandilamiento con Luis Abinader
Es triste poder destruir cosas grandes sin ser capaz de construir nada chiquito, en términos de votaciones. A propósito de San Valentín, es como esas canciones de despecho o amargue de José José, todas sobre desamor, sin que exista en su vellonera ninguna canción de amor o de triunfo de la bondad.
Nuestra patria existe y prevalecerá por todas las acciones heroicas de buenos dominicanos cuyas esperanzas de paz, progreso, libertad y prosperidad son inspiradas por el amor, no el odio.