Escuchando el discurso improvisado del presidente Danilo Medina frente a la dirección nacional del partido de la Liberación Dominicana (PLD), el pasado lunes, me termine de convencer de que es necesario derrotar a ese partido ahora. Las palabras del presidente fueron dichas desde lo más profundo de su corazón, lo dijo de verdad. Esto quiere decir que estamos frente a un hombre que ciertamente es un engreído, un prepotente y un altanero. Se hace impostergable derrotarlo a él y a su partido.
Danilo en su intervención se creía un rey dirigiéndose a sus vasallos y cortesanos. Es impostergable un gran acuerdo nacional en todo el territorio nacional que derrote al mandatario. Pero debe ser una derrota contundente, que no deje lugar a dudas y que envié un mensaje claro a la nación y al engreído y soberbio de Danilo que se cree la última botella de agua del desierto.
El mandatario se desahogó y mostró su verdadero rostro: retaliatorio, ingrato, desleal. Y si le hizo eso a quien le entregó la Presidencia en el 2012, que no sería capaz de hacerles a otros a quienes no les deba nada?
Derrotar al PLD se hace necesario por la salud de la nación. Lo que vimos ayer es un hombre que ha jurado imponerse usando el Estado como elemento principal, dijo que él ganaba las elecciones, cosa extraña, pues él no es candidato. Esto es un anticipo de lo que viene; imponer a su delfín Gonzalo Castillo al precio que sea.
Es innegable que con la salida de Leonel Fernández del partido oficial se crea un nuevo escenario político y debemos entender esta nueva coyuntura, que varía totalmente el ajedrez político.
Quiénes históricamente no hemos tenido a Leonel como santo de nuestra devoción hoy tenemos la obligación histórica de avanzar junto a él, a la oposición, a los sectores progresistas y crear el más grande frente político sociales jamás visto, con la misión histórica de, en principio, derrotar al PLD y salvar el país.
La fórmula para derrotar a Danilo Medina es simple, no hay que ser un genio político ni siquiera buscar a su asesor favorito Joan Santana, preso por corrupción, es más bien tener sentido común y armar la unidad más amplia posible, la unidad en la diversidad, una unidad inteligente.
En cada provincia, en cada municipio y en cada sección debe haber un candidato común de toda la oposición, un ejemplo en Santo Domingo Este el candidato a la alcaldía de todos los opositores debe ser Manuel Jiménez, que se enfrente al rifero candidato del PLD, en Santo Domingo todos los partidos opositores y todos los dominicanos que queremos un mejor país debemos apoyar al empresario Antonio Taveras como candidato a senador. Esta fórmula debe replicarse a lo largo y ancho del país, solamente un candidato en cada una de las posiciones para enfrentar a los candidatos del gobierno y propinarle la derrota más contundente en la historia al PLD, por el bien del país.