La ruptura en un oleoducto en superficie derramó este jueves unos 225.000 litros de petróleo en las calles de la ciudad estadounidense de Los Ángeles.
Los servicios de emergencia informaron que el derrame, que sucedió poco después de la media noche (hora local), se extendió casi un kilómetro cuadrado en el barrio de Atwater Village y llegó a cubrir hasta las rodillas en algunas áreas.
El vertido ya ha sido detenido y sólo unos pocos comercios fueron afectados, informaron los bomberos.
Las autoridades no especificaron qué compañía es responsable de la tubería.