DeRozan y Love aún tienen mucho que compartir sobre salud mental

DeRozan y Love aún tienen mucho que compartir sobre salud mental

DeRozan y Love aún tienen mucho que compartir sobre salud mental

En foto del 12 de febrero del 2024, el alero de los Bulls de Chicago DeMar DeRozan lanza el balón sobre el alero de los Hawks de Atlanta Onyeka Okongwu. (AP Foto/Alex Slitz)

DeMar DeRozan y Kevin Love aún tiene mucho que decir. Han pasado seis años desde que hablaron públicamente sobre la salud mental. DeRozan abrió la conversación con una publicación en Twitter sobre su depresión en febrero de 2019.

Love le siguió unas semanas después con un ensayo en el que habló de su ansiedad. No le tomó mucho tiempo a la comunidad de la NBA en tomar nota.

Rápidamente DeRozan y Love se convirtieron en los catalizadores para quitar el estigma a los problemas de salud mental en la NBA. Y se convirtió en la pasión de ambos jugadores.

DeRozan tiene una nueva serie de videos con conversaciones uno a uno en una cena con deportistas y celebridades hablando de la salud mental. Love llevó a cabo un evento el lunes con estudiantes de secundaria en las instalaciones del Heat de Miami para hablar de este problema y entender que todos pasan por algo.

“Algunas de las conversaciones más importantes de las que he sido testigo fueron en una mesa. Es apropiado estar en esta posición y tener un diálogo abierto sobre las cosas reales que enfrentamos todos los días”, indicó DeRozan, base de los Bulls de Chicago, en un video promocional de la serie “Dinners with DeMar” que inició el mes pasado con Draymond Green. La serie continúa este martes con Dwyane Wade y otro episodio en dos semanas con Damian Lillard.

Con un mensaje en Twitter. Un ensayo. O una conversación en el vestuario. Todo ayuda.

Para Love, el camino para hablar de sus problemas — que se remontan a su infancia — empezó el 5 de noviembre de 2017 en un juego de Cleveland ante Atlanta. Era el tercer cuarto y su corazón comenzó a acelerarse, no podía respirar normalmente. No lo sabía en ese momento, pero estaba teniendo un ataque de pánico. Meses después tuvo un problema similar en un juego ante Oklahoma City.

Un mes después, DeRozan habló de depresión y finalmente Love entendió que no estaba solo.

“DeMar me cambió la vida”, admitió Love. “Si no fuera por él, no sé, podría estar muerto. Es real. Pero DeMar es especial, lo hizo sin saber qué pasaría”.

Pero este no es un tema sólo en la NBA.

De acuerdo con el Instituto Nacional de la Salud Mental de Estados Unidos, cerca de 21 millones de adultos — uno de cada 12 — tuvo un episodio depresivo en el 2021. Entre adolescentes de 12 a 17 años, es más prevalente y cerca de 1 de cada 5 tiene un episodio al año.

La lucha no ha terminado. DeRozan y Love no pidieron ser la cara del cambio, pero no han rechazado el papel. Al decir hace años que estaban quebrados, tocar vidas de una forma en la que un tiro ganador jamás podría. Fue real.