Claudio Caamaño Vélez.
Estados Unidos se vanagloria de tener una sólida democracia, incluso la presenta ante el mundo como el modelo a seguir… ¿Pero hay en los Estados Unidos una verdadera democracia? Abraham Lincoln dio la que se considera su mejor definición: “El gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”.
La democracia no existe por el hecho de que haya elecciones, ni siquiera porque haya alternancia en el poder. Para que haya democracia el gobierno debe responder a los intereses de las mayorías que le eligieron.
En Estados Unidos hay dos partidos que rotan el poder, pero que responden a los mismos intereses. Los ciudadanos eligen de forma, pero en el fondo prevalece el “statu quo” dominante.
La democracia de Estados Unidos sería mejor definida como: el gobierno del capital, por el capital y para el capital.
El capitalismo pone al capital por delante del ser humano y de la vida.
Por eso hacen guerras por intereses económicos, donde matan a cientos de miles y sacrifican a sus propios jóvenes.
Por intereses económicos derrocan democracias e imponen dictaduras. Por intereses económicos pisotean los derechos humanos de otros pueblos y hasta los del suyo propio.
Una “democracia” en cuya constitución se prohibía todo tipo de discriminación, pero duró 100 años para permitir el voto negro. Mandaba a los negros a morir en sus guerras, pero en 1965 fue donde votaron por primera vez… Solo como muestra de la doble moral de la institucionalidad norteamericana.
Ya lo decía Montesquieu: “no hay peor tiranía que la que se ejerce a la sombra de las leyes y bajo el calor de la justicia”.
