Barbarie. Eso es lo que comete un grupo de dominicanos y dominicanas pobres contra estas personas (pobres también) de nacionalidad hatiana, cuando ante un desalojo de su paupérrima vivienda, son golpeados, humillados y destruidas sus pertenencias. El hecho ocurrió en Moca.
¿Quiénes se benefician de la promoción del odio entre dominicanos y haitianos?
¿Quiénes y por qué quieren que nuestros pueblos estén divididos?
¿Qué encubren; qué es lo que hacen y no quieren que se sepa y para eso nos distraen y dañan promoviendo entre dos pueblos una de la más bajas y dañinas emociones humanas? Del odio nadie sale ileso!
¿Por qué el Presidente Danilo Medina, Leonel Fernández y su gobierno no muestran la menor preocupación -real- para frenar el promovido odio hacia Haiti, del grupito de nacionalistas encabezado públicamente por Vincho Castillo y compartes? ¿Cuáles son las causas del odio?
¿Por qué el Presidente Danilo Medina, no destituye de sus puestos a esos promotores de odio, y lo peor, que lo hacen con fondos públicos y en nombre del gobierno dominicano?
¿Por qué tenemos que pagar impuestos y préstamos internacionales para mantenerlos en el gobierno, si sólo sirven para dañar a la humanidad? Ellos no son los únicos y lo sabemos, pero son la cara visible que daña a las dominicanas y dominicanos pobres que los ponen de carne de cañón contra haitianas y haitianos pobres.
Mientras las élites gobernantes y las clases dominantes dominicanas y haitianas son socios en la actividad económica; y cómplices de todo tipo de delito, los de abajo, los pobres, los marginados de aquí y de aquel lado del río, nos matamos física y emocionalmente. No lo permitamos.
Toda persona sensata debe condenar esos hechos despreciables.
No se puede ser indiferente ante la promoción del odio, del desprecio a otra persona solo porque sea diferente.
Presidente Danilo Medina, de la cara; de un paso al frente. Haga algo para frenar eso. Atrévase a promover la convivencia pacífica y la tolerancia entre nuestros dos pueblos, no importa que a Leonel Fernández y sus aliados del Vinchismo no les guste.
Haga lo que nunca se ha hecho!