A Bolsonaro no lo tumbaron ni Daniel Ortega murió. Del frente local, como decían locutores de noticieros tras la revolución, hay igualmente una hemorragia de fake news que aturde.

En las redes sociales, políticos aburridos por la cuarentena, especialmente quienes se han quedado sin ocuparse mucho más que de hablar y disparatar, han lanzado videítos, documentos falsificados, quejas absurdas y mil diabluras mas, como si se tratara de una competencia para ganarse algún premio a la estupidez.

El campeón hasta ahora luce ser el chiquititico que cree que conseguirá votos para olvidar su real importancia (0.26% del sufragio) incordiando al embajador de China, dizque congraciándose con los americanos, que de él lo que más conocen son sus roces judiciales allá por las condenas penales “de su litoral”.

Luis consiguió su permiso para hacer un hospital en La Vega y prometió cuatro más, tras semanas perdidas con ñoñerías e inconsecuencias. Una encuesta en Acento dice que Gonzalo aventaja a Luis casi 20 puntos porcentuales en aprobación de sus acciones ante la pandemia.