Frederich E Berges
Las informaciones recientes emanadas del Proyecto de Presupuesto Complementario 2021 que se publicó en días recientes, han revelado que el déficit fiscal, o sea el exceso del gasto sobre los ingresos del gobierno este año, se estima serán de unos RD$ 210 mil millones.
Esta suma viene a representar un 4.2% del total de bienes y servicios producidos (PIB). Originalmente, se había estimado que la meta de dicho déficit seria del 2.9% del PIB.
Esta nueva cifra ha llamado mucho la atención no tan solo por la inesperada escalada y su amenaza sobre la estabilidad de las finanzas gubernamentales, sino porque al mismo tiempo se anunció que en dicho incremento no habrá aumento de la deuda pública. Al dar dichas informaciones se afirmó que hay suficientes recursos disponibles en caja como para afrontar ese déficit, algo de contrasentido entre los conceptos de déficit y de disponibilidades.
Tal afirmación nos recordó un libro recién leído titulado El Mito del Déficit de la autoría de Stephanie Kelton, componente importante de la llamada “Teoría Monetaria Moderna”. A lo largo del mismo se argumenta que es más importante la sobrevivencia económica y la prosperidad de una nación que el monto o magnitud de sus déficits. Para el autor lo critico es la creación de empleos de calidad, la educación y salubridad, y con ello la capacidad de ahorros de los individuos.
Pero hay un elemento por lo cual consideramos que esta posición de mito esta errado en el caso de nuestro pais. Los déficits indeterminados solo pueden funcionar cuando un gobierno emite deuda en la misma moneda que la imprime, lo cual no es el caso nuestro.
Por lo tanto, el déficit de nuestras finanzas públicas es de suma importancia, ya que ello refleja la capacidad que tenemos de enfrentar las obligaciones de deuda y por ende, la estabilidad de nuestra moneda, dos consideraciones básicas para poder mantener el actual clima de estabilidad macroeconómica.
