Decisiones Inteligentes

Decisiones Inteligentes

Decisiones Inteligentes

Dilenia Cruz

Cada minuto tomamos decisiones: a qué hora saldremos de casa, si manejamos o tomamos transporte público, cual restaurante visitaremos, aplicaremos o no a ese trabajo. A veces ni nos percatamos de que estamos tomando decisiones.

Desarrollamos el hábito de hacerlo automáticamente, pero que pasaría si nos detuviéramos a razonar sobre las ventajas, desventajas de estas y nuestras diferentes opciones?

¿Algunas vez te haz alegrado de no haber hecho algo que pensaste o, por el contrario, te haz lamentado de no haberlo hecho? Los resultados de cualquier decisión pueden variar dependiendo del tiempo de análisis que dediques a ver los posibles escenarios resultantes de esa decisión.

La mecánica es la misma para cualquier decisión: laboral, personal, familiar o social. Utilicemos un ejemplo de salud.

Imaginemos que eres diabético o que quieres perder algunas libras en este inicio de año, que pasaría mañana en tu cuerpo si esta noche alrededor de las 10:00 de la noche te comes un pedazo de pizza con extra queso y pepperoni, y lo acompañas con un vaso grande de gaseosa?

El diabético que mide la glucosa cada mañana, verá que amanece muy por encima del rango de 70 a 100 que indican un azúcar en sangre controlada. Para quien quiere perder peso, la balanza también mostrará en aumento.

Una decisión tan sencilla puede estropear o interrumpir el objetivo de mantenerse saludable.

Las decisiones hechas en piloto automático aunque parecen pequeñas acciones pueden tener grandes repercusiones en nuestras vidas y de ahí la importancia de analizar costo-beneficio, ver posibles opciones, escuchar opiniones, investigar sobre el tema.

Como en el caso de la pizza, costo-beneficio y ver otras opciones podrían ser suficiente al momento de decidir.



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