Dilenia Cruz
Algunos ya habíamos aprendido qué tan efímera podía sentirse la vida cuando perdemos a algún ser querido. Sin importar que fueran unos días o decenas de años, cuando alguien amado asciende, el duelo desciende a sus deudos.
La instalación indefinida Covid-19 ha reafirmado con golpes ese concepto.
Es difícil conocer una persona que no haya perdido a algún ser querido como consecuencia de Covid-19. Pareciera que el duelo es mucho más penoso que en otros tiempos; sobran razones: muchas familias no han podido despedirse apropiadamente de sus seres amados.
Quizás, la verdad, sea que no haya una manera apropiada para dar ese último adiós, pero es ahora cuando más necesario es el apoyo para quienes sufren. Si tienes a alguien o quizás tú mismo sufres una pérdida, no te encierres. Habla con amigos y familiares para comprender mejor lo sucedido y recordar a esa persona.
El aislamiento y la soledad pueden provocar más daño en tu sistema emocional y salud. Una red de apoyo es importante.
Durante este proceso acepta tus sentimientos, emociones de tristeza, frustración, impotencia y agotamiento, que te llegan como parte del proceso. Es crucial que te cuides a ti y a los tuyos.
Tu ser amado, quien ya partió, no quisiera verte enfermar por la tristeza de su partida. La mejor manera de honrarle es cuidándote y cuidando los tuyos.
Ayudar a los demás puede ser tu mejor terapia. Comparte historias y momentos felices sobre esa persona que hoy no está. Recordarle con amor es la mejor manera de celebrar su vida y sus obras.
Todo tiene una medida. Si en algún momento sientes que ya no puedes manejar tus emociones, no dudes en buscar ayuda especializada en duelos.
