Bermudas. — Un debilitado huracán Joaquín pasó junto a Bermudas y se alejó por el Atlántico tras azotar el rico paraíso financiero, que es también un importante destino turístico, con fuertes lluvias y vientos.
Todos los vuelos al aeropuerto internacional L.F. Wade fueron cancelados el domingo, así como el servicio de transbordadores por el mal estado de la mar. Todos los equipos de emergencias estaban en alerta y se registraron cortes en el suministro eléctrico entrada la noche.
“Creo que se pondrá mal, el año pasado perdí muchas cosas en las tormentas”, dijo la jubilada Susan DeSilva, mientras su yerno aseguraba sus puertas y ventanas antes de la llegada de Joaquín.
Otros habitantes no estaban tan preocupados porque están acostumbrados a las tempestades en la isla. Al menos un bar en la capital, Hamilton, estaba lleno de clientes que capeaban el temporal entre bebidas y amigos. “Puedo imaginar peores lugares para estar”, dijo Derrick Tucker en el atestado pub y restaurante Robin Hood, mientras se escuchaba el silbido del viento en el exterior.
Tras azotar parte de Bahamas como huracán de categoría 4, Joaquín perdió intensidad en su desplazamiento hacia el norte. Para última hora del domingo, meteorólogos estadounidenses dijeron que sus vientos sostenidos máximos bajaron a 140 kilómetros por hora (85 millas por hora). Con todo, no descartaron que el temporal pudiese causar condiciones de huracán y marejadas al pasar por su punto más cercano a las islas.
Cientos de personas fueron rescatadas tras las inundaciones que asolaron el domingo el estado estadounidense de South Carolina luego de días de intensas lluvias que fueron en peligroso aumento, encharcando edificios y carreteras, cerrando una importante vía interestatal de la costa este y amenazando el suministro de agua potable de la capital. Una poderosa tormenta dejó más de 30 centímetros (un pie) de agua durante la noche en Columbia, inundando cientos de negocios y viviendas.
Equipos de emergencia caminaron por entre las aguas, que les llegaban a la cintura, para ayudar a personas atrapadas en autos, mientras docenas de barcos salieron para rescatar a otros en vecindarios anegados y otros fueron recuperados de sus tejados por helicópteros. Está previsto que el lunes se realicen más operaciones de búsqueda puerta a puerta.
Aunque el ojo del huracán se aleja de Bermuda, las condiciones asociadas a la tormenta seguirán afectando a Bahamas y a la costa este de Estados Unidos a unos 965 kilómetros (600 millas) de distancia.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos dijo que el aumento del nivel del mar y las grandes olas provocadas por Joaquín afectarán a la región atlántica, “causando una importante erosión en playas y dunas con posibilidad de moderadas inundaciones costeras”.
Joaquín arrasó el sureste de Bahamas, poco poblado, a principios de semana, dañando cientos de viviendas y provocando importantes inundaciones en varias islas pequeñas del archipiélago ubicado frente a la costa este de Florida.
El gobierno dijo que sigue trabajando para calcular el alcance de los daños en infraestructuras y propiedades privadas. Aviones y barcos buscaban en el sureste de Bahamas un carguero estadounidense con 33 personas a bordo.
El buque perdió el control y la comunicación con tierra al verse atrapado en el huracán y no se ha vuelto a saber de él desde el jueves.
El centro de Joaquín estaba ubicado a unos 110 kilómetros (70 millas) al noroeste de Bermuda, con vientos huracanados que abarcan una distancia de hasta 75 kilómetros (45 millas). Avanza en dirección norte-noreste a 20 kilómetros por hora (13 millas por hora).