Juan Mercado
Sin importar lo que decida Albert Pujols en el futuro inmediato, debemos estar atentos a posibles ataques para desmeritar su grandeza como jugador.
En el pasado, Pujols fue atacado con calumnias sobre uso de esteroides y luego de que había alterado sus documentos para jugar con menos edad. Ambas imputaciones fueron desmentidas, pero pueden surgir otras.
Recuerden que en 2013 el exjugador Jack Clark sorprendió en un programa de radio por la emisora WGNU, de San Luis, diciendo que sabía “con certeza” que Pujols había utilizado esteroides y sustancias dopantes mientras jugaba para los Cardenales. Pujols demandó a Clark y a su acompañante Kevin Slaten, quienes fueron despedidos de la emisora poco tiempo después.
Pujols en su demanda señaló que los comentarios de Clark eran mentira, que dañaron su reputación y le ocasionaron humillación, angustia mental y ansiedad.
Luego el exgerente general de los Marlins y presidente de la franquicia desde 2002 hasta 2017, David Samson, mencionó a la cadena CBS que su equipo estaba dispuesto a darle una firma en 2011 cuando salió de los Cardenales, y que temieron por entender que tenía mayor edad que la que decía.
Esos comentarios de Samson cayeron en un saco vacío, debido a que olvidó que el dominicano fue seleccionado como el jugador 402 en la 13º ronda por San Luis en 1999 desde la preparatoria Fort Osage de Independence, Missouri.
Es tan fácil desmontar esa suposición, señalando que la abuela de Pujols cuando lo pidió junto a su papá Amín no sabía que su nieto iba a ser pelotero para rebajarle años de edad, sobre todo porque también tenía que bajarle cursos al inscribirlo en la escuela, algo que ningún muchacho acepta.
