De Soto Jíménez a Juancito Trucupey

De Soto Jíménez a Juancito Trucupey

De Soto Jíménez a  Juancito Trucupey

Santo Domingo.-“Las 58 leyes del Poder de Juancito Trucupey” es la obra más reciente del político, escritor y exmilitar José Miguel Soto Jiménez, exministro de las Fuerzas Armadas (2000-2004), que según el autor tiene como objetivo fundamental la defensa de la dominicanidad, esa que en su opinión está hoy amenazada desde fuera y a la que hay que defender “no con el machete, sino haciendo cumplir las leyes y los códigos”.

Consciente de que, como le decía Don Quijote a Sancho, “No hay refrán que no sea verdadero”, el autor hace una selección de aquellos que aluden a la política y al poder, es un intento por entender, explicar y, lo más importante, según su opinión- defender la dominicanidad.

Y para él no hay nadie más indicado que Juancito Trucupey para decirnos por qué es que “el burro se amarra donde diga el jefe”, y por qué y cómo es que “se amarra la chiva”.

Habla con fruición de su obra y no puede esconder su admiración por su protagonista, a quien no por casualidad utiliza como el guía para -a través de refranes- llevar al lector “como quien no quiere la cosa” al centro mismo del alma del dominicano.

Quién es Juancito Trucupey

“Es un personaje metahistórico, pero también se usaba de forma intemporal para poner en su boca, lo que nosotros no podemos o no queremos decir”.

Trucupey es, fundamentalmente, ese personaje que nos sincretiza y luego nos sintetiza a todos los dominicanos, precisa.

Lo mismo puede ser un campesino iletrado, un guardia que sabe que “el jefe siempre tiene la razón, sobre todo cuando no la tiene” y que “hace de tripa corazón” para sobrevivir.

Pero también puede ser presidente.

Desde Pedro Santana, Bosch y Balaguer, pasando por Hipólito hasta Leonel y Danilo, todos han llevado o llevan dentro alguna de las características de Juancito Trucupey.

Bosch, Balaguer y Trucupey

A parte de Lilís (Ulises Heureaux), Bosch y Balaguer son los dos presidentes que mejor han conocido la idiosincrasia del dominicano, expresada siempre a través de los refranes.

Pero la diferencia fundamental -según Soto Jiménez- es que Bosch explicaba el refrán, mientras que Balaguer lo aplicaba.
“Juan Bosch decía que Balaguer era un mañoso”.

A diferencia de Green

Durante la entrevista para EL DÍA, el escritor se apresura a señalar que no es una versión aplatanada de “Las 48 leyes del Poder” de Robert Green, pues mientras aquel es una especie de manual para alcanzar y mantener el poder es por esa misma razón, según él, un libro amoral, algo muy distinto al objetivo de su obra.

El refrán dominicano siempre tiene un doble sentido, pero no es vulgar, sino que deja una enseñanza moral, es también la manera inteligente de un pueblo que ha tenido muchas veces que “hacerse más pendejo de la cuenta” para sobrevivir, pero que también está cansado de “atajar para que otro enlace”.

Sin embargo, todas las leyes contenidas en el libro de Green se pueden compaginar con los refranes de este personaje dominicano, a pesar de que como analfabeto nunca leyó a Maquiavelo, a Sun Tsu y mucho menos a Robert Green.



German Marte

Editor www.eldia.com.do

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