De 'recogebalones' en la selección a la inmortalidad

De ‘recogebalones’ en la selección a la inmortalidad

De ‘recogebalones’ en la selección a la inmortalidad

Cristian Cruz recibe la placa como nuevo Inmortal del Deporte Dominicano de las manos de Luis Esmurdoc. manolito jiménez

En 1985 y 1986, Cristian Cruz era apenas un inquieto jovencito que, bajo el ala de su papá Miguel Beato Cruz y Julio Frías (Miyuli), dos connotados entrenadores nacionales, correteaba de un lado a otro recogiendo los balones durante las prácticas de la selección nacional.

Cristian, recién exaltado a la inmortalidad del deporte dominicano, confiesa que jamás imaginó que algún día sería miembro del Pabellón de la Fama.

“Nunca imaginé eso, pues en ese entonces, yo era el ‘recogebolas’ de la selección nacional. Llegué a jugar con ellos (Pascual Díaz, Héctor Romero), entre otros, pero nunca pensé que iba a estar junto a ellos compartiendo la inmortalidad”, expresó Cristian previo a su entronización al nicho de los inmortales del deporte.

Cristian Cruz en rol como dirigente selección nacional. archivo

Reveló que la noticia sobre su elección al Pabellón de la Fama “me la da mi compañero y hermano Amaury Martínez, con quien estaba junto en la Fuerza Aérea como a las 7:00 y pico de la mañana”.

“Le hicieron una llamada, salió a contestar y cuando regresó me dijo: ‘¡Felicidades!’ Yo le respondí: ‘¿Felicidades de qué?’ Él me responde: ‘¡Que tú eres inmortal!’ Y yo le digo: ‘Estás loco, muchacho’.

Entonces fue cuando me llamaron y me dieron la noticia oficialmente», dijo emocionado Cruz, durante el 58 Ceremonial de Exaltación, en el que fue entronizado junto a otras diez exglorias del deporte nacional.

Figuras paternas
Cualquiera pensaría que por ser hijo del connotado entrenador Miguel Beato Cruz (fallecido) sería éste quien formó y enseñó a Cristian todo lo que aprendió y que posteriormente ha puesto en práctica, tanto como jugador y ahora como entrenador, forjador de talentos para el voleibol.

Sin embargo, el brillante acomodador reveló que es el también sobresaliente entrenador bamesiano Julio Frías (Miyuli), »fue quien me enseñó a jugar voleibol y quien me formó como persona, al igual que Ana Crisóstomo, quien fue alumna de mi padre, pero que ha sido como una madre para mí”.

“Papá, mi inspiración”
“Mi padre, Miguel Beato Cruz, fue mi inspiración y el hombre que me inició en este deporte en el club Bameso, cuna del voleibol donde viví grandes años como jugador, pero Mijuli, reitero, fue mi gran profesor y forjador de mi personalidad», enfatizó.

Un ganador
Cruz brilló en el Club Bameso logrando la corona desde 1997 al 2006, además obtuvo dos coronas con el Club José Martí (1995 y 1996). Recibió los honores de la Asociación de Cronistas Deportivos (ACD) y el Comité Olímpico Dominicano como el mejor de su deporte, en 1991 y 1993, en las premiaciones de Atleta del Año en su disciplina.

Fue colocador titular en los Juegos Panamericanos Santo Domingo 2003; en Norceca Juvenil Honduras ´91; República Dominicana ´92, y en los torneos Norceca de Clubes Campeones de Mayores de México ´93, Canadá ´95, Puerto Rico ´97, Barbados 2001 y Canadá 2005.

Transición

— Miyuli, visionario
Cristian Cruz dice que empezó muy joven a jugar en el torneo superior, a los 14 años como atacante, pero »fue Miyuli quien en un torneo juvenil me dijo que si yo quería jugar en primer nivel aquí tenía que ser acomodador”.