Patricia Solano
Fatal mensaje el del presidente de la Suprema Corte de Justicia al pedir al Ministerio Público respeto en sus relaciones con el Poder Judicial.
El magistrado Mariano Germán debe definir a qué llama “respeto”, porque hace pocos días la fiscal del Distrito Nacional ha recusado a la jueza asignada para un caso de corrupción administrativa que imputa a un exfuncionario poderoso.
La fiscal Yeni Berenice Reynoso ha recusado a la jueza Margarita Cristo porque antes había pedido una investigación para la cual aportó pruebas y llegó a ser interrogada por la Inspectoría del Poder Judicial. Aunque ahora lo niega, todo indica que Margarita Cristo había sido notificada, pues re accionó al respecto con expresiones que constan. (A propósito: el Facebook es privado solo si el dueño del perfil lo configura expresamente privado; de lo contrario es público y cualquiera puede entrar, ver, y leer.)
Quiere decir que el presidente de la SCJ está pidiendo “respeto” luego de una situación de denuncia de corrupción en el Poder Judicial que se hizo por la vía correspondiente, con pruebas, como asegura la fiscal haber depositado, y que de no haberse inhibido Margarita Cristo cuando fue recusada el día de la audiencia del casoDíaz Rúa, la investigación no hubiese trascendido al público.
¿Qué es entonces “respetar”? El magistrado Mariano Germán debe explicarlo. En este momento su mensaje parece advertir a los fiscales que no se metan con poderosos.
Hay actualmente una corriente de pedir cuentas que podrá tener toda la intención política del mundo, pero legal y éticamente es válida e incuestionable. Contra esa corriente creciente reacciona una fuerte resistencia basada en argumentos absurdos.
“Que son políticos”, dice un imputado. ¿Y qué? De todas maneras el deber es responder ante los tribunales, que es el lugar donde se demuestra si los hechos son como se denuncian.
Que en este contexto salga entonces el presidente de la SCJ a advertir a los fiscales cómo deben manejarse, hablando de “insensateces” parece una mediación más para que las cosas sigan tan “pacíficas” como hasta ahora.
Cualquiera que lee las declaraciones de Germán cree que Yeni Berenice Reynoso le brincó arriba y manoteó a Margarita Cristo, y no fue así. Reynoso tiene un expediente. Que su contenido abra heridas, es otra cosa. Reynoso es solo la mensajera.
