Santo Domingo. Ni meteoritos ni la venida de Cristo: lo que se observó en el cielo eran escombros y restos de la nave Starship, perteneciente a la empresa aeroespacial SpaceX.
Este jueves, fragmentos de la aeronave, que explotó durante un vuelo de prueba tras despegar desde Boca Chica, Texas (EE. UU.), parecían una lluvia de meteoritos.
— Elon Musk (@elonmusk) January 17, 2025
El suceso generó suspenso y temor entre muchas personas, quienes, al observar “destellos de luz descendiendo hacia la Tierra”, especularon sobre una posible invasión extraterrestre, la caída de meteoritos o incluso el regreso de Jesucristo, como se describe en Apocalipsis 1:7:
“He aquí que Jesús viene con las nubes, y todo ojo Lo verá, y los que Lo traspasaron; y todas las naciones de la Tierra se lamentarán por causa de Él. Sí, amén”.
Los restos fueron avistados en el espacio aéreo de República Dominicana, específicamente en localidades como Salinas, Baní y la provincia Valverde, donde algunos curiosos lograron capturarlos en video.
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El fenómeno recuerda la icónica transmisión de «La guerra de los mundos», un episodio radial de la serie dramática «The Mercury Theatre on the Air», dirigido y narrado por Orson Welles, que causó pánico en Estados Unidos en 1938.
¿Qué ocurrió en esa ocasión?
La adaptación de la novela «La guerra de los mundos (1898)» de H. G. Wells fue emitida en directo como un episodio especial de Halloween el 30 de octubre de 1938.
Muchos oyentes que sintonizaron la transmisión tarde, sin escuchar la introducción, creyeron que los reportes de una invasión marciana eran reales, lo que desató el caos en las calles de Nueva York y Nueva Jersey.
Las comisarías y las redacciones de noticias se vieron desbordadas por llamadas de personas aterrorizadas que buscaban protegerse de los ficticios ataques alienígenas.
Al día siguiente, las protestas exigieron responsabilidades, llegando incluso a pedir explicaciones y disculpas públicas a Orson Welles, quien finalmente reconoció el impacto de la transmisión y ofreció una disculpa formal.
El evento es recordado como un ejemplo contundente del poder de los medios de comunicación para influir en la percepción colectiva.