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De la seguridad privada a la mecánica: dos trayectorias únicas

Dayana Acosta Por Dayana Acosta
De la seguridad privada a la mecánica: dos trayectorias únicas
Juan Rafael Hernández, conocido como Johnny, trabaja con todo tipo de vehículos, sin importar el clima . Foto: Anyelo Guerra

Atlanta. EE. UU.-Felipe Iglesias y Juan Rafael Hernández, conocido como Johnny, son dos nombres que, aunque distintos en sus trayectorias, tienen un elemento común en su historia personal: la de dominicanos que con esfuerzo y determinación construyeron su vida en Estados Unidos.

Uno es experto en seguridad privada y entrenamiento de perros; el otro, un maestro de la mecánica. Ambos son ejemplos de resiliencia, adaptación y éxito.

Proteger estrellas
Felipe Iglesia llegó a Estados Unidos en 2011 con una meta clara: garantizarles un futuro mejor a sus tres hijos.

Felipe Iglesias divide el tiempo entre su familia, adiestrar perros y la seguridad.

Originario de Santo Domingo, donde sirvió ocho años en las fuerzas militares y se especializó en seguridad privada, Felipe ya tenía un historial impresionante. Había trabajado como guardaespaldas de figuras como el expresidente colombiano Belisario Betancur y el actor Vin Diesel, con quien colaboró durante más de siete años.

También protegió al cantante puertorriqueño Don Omar, aunque la exigencia del trabajo lo llevó a priorizar a su familia. «Casi no veía a mis hijos», refiere.

En Estados Unidos, Felipe enfrentó desafíos como el idioma y la discriminación, pero su perseverancia lo mantuvo firme.

Comenzó trabajando en un concesionario de autos, pero su pasión por la seguridad y entrenar perros de protección nunca lo abandonó. Desde pequeño sintió una conexión especial con los caninos. Dice que ha tenido todo tipo de razas y que van desde pitbulls y los pastores belgas malinois, que entrenaba para protección, no para peleas.

Hoy Felipe combina sus dos pasiones: la seguridad privada y el entrenamiento de perros. Aunque ya no trabaja con celebridades, sigue activo en el ámbito de la protección personal y se mantiene en constante entrenamiento en artes marciales como judo y jiu-jitsu.

«En esta carrera hay que estar siempre preparado», afirma. Para él, lo más importante es su familia, y no se arrepiente de haber dejado atrás la emoción de la seguridad de alto perfil para dedicarles más tiempo a sus seres queridos.

Pasión por la mecánica
Por otro lado, Juan Rafael Hernández, conocido como Johnny, es un hombre de manos hábiles y un espíritu inquebrantable.

Cónsul Yanina Torres Tamares. Fuente externa.

Nacido en San Juan, República Dominicana, pero criado en Los Jardines del Norte de Santo Domingo, Johnny mostró desde joven pasión por la mecánica.

Se formó en el Infotep y trabajó en Avis Rent a Car, donde limpiaba piezas y pasaba herramientas a los mecánicos. Aquellos años fueron su escuela, en la que aprendió el valor del trabajo duro.

En 2006 Johnny llegó a Estados Unidos con una residencia pedida por sus padres. Aunque inicialmente pensó en abrir un restaurante, pronto se dio cuenta de que su verdadera pasión estaba en la mecánica. Con sus ahorros, abrió su taller en Lawrenceville, Georgia, en 2009.

Hoy, 15 años después, Johnny es un maestro en su campo, capaz de reparar desde un Porsche hasta motores de helicópteros, lanchas o lo que le pongan al frente.

Los inicios no fueron fáciles. Johnny mismo era su propio promotor, repartiendo tarjetas de presentación en otros talleres. Poco a poco su reputación creció, y hoy su taller atiende a clientes de todas las nacionalidades.

Para él la clave del éxito está en nunca dejar de aprender. «Querer es poder», dice con convicción. «Si tienes entusiasmo puedes aprender y capacitarte».

Tanto Felipe como Johnny son ejemplos de que, con dedicación, es posible conquistar los sueños. Ambos llegaron a Estados Unidos buscando oportunidades, enfrentaron desafíos y, gracias a su determinación, lograron construir vidas exitosas.


Felipe, con su experiencia en seguridad y su pasión por los perros, y Johnny, con la mecánica, demuestran que el trabajo duro y la perseverancia son claves para superar cualquier obstáculo.

Aeropuerto.

Atlanta, Geogia
Todo el que vaya a visitar esta ciudad debe entrar por El Aeropuerto Internacional Hartsfield-Jackson de Atlanta (ATL) es el aeropuerto más grande de Estados Unidos y el más transitado del mundo.

Uso de WhatsApp ayuda al consulado
Técnología. La cónsul Yanina Torres Tamares destaca que la tecnología contribuye a facilitar, agilizar y hacer más eficientes los servicios consulares, especialmente para los dominicanos que residen en zonas alejadas.

Afirma que gracias a la implementación de servicios digitales y al uso de WhatsApp como canal de comunicación, los dominicanos pueden gestionar documentos sin necesidad de trasladarse hasta el consulado. “Ofrecemos todos los servicios esenciales: renovación de pasaportes, trámites notariales, traducciones, ciudadanía, visas y apostillas, entre otros”, expresa.

La rapidez y eficacia del consulado han sido reconocidas en plataformas como Google, donde los usuarios destacan la atención y la celeridad en los trámites.

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