De héroes y traidores

De héroes y traidores

De héroes y traidores

Johnny Guerrero

La inversión de valores se repite permanentemente en nuestro devenir histórico. Así, Juan Sánchez Ramírez, por el hecho de haber vencido en Palo Hincado a las tropas francesas que habían invadido nuestro territorio en 1802, ha sido valorizado como una figura importante de nuestra historia, y fueron bautizados con su nombre calles, avenidas y una provincia del país.

Sin embargo, esa apreciación no toma en consideración que Juan Sánchez Ramírez restauró la esclavitud abolida por la Constitución de 1801; convirtió el territorio de Santo Domingo en súbdito de la corona española, del cual fue su gobernador; y dio inicio al período conocido como la España Boba, caracterizado por terribles escaseces, desamparo y calamidades.

Durante el mandato colonial de Juan Sánchez Ramírez, fue apresado, juzgado y encarcelado Ciriaco Ramírez, uno de los héroes de la guerra contra los franceses, que tuvo la gloria de ser el precursor en plantear la idea de la independencia nacional, en una época tan lejana como el año 1810. Esta figura trascendental de la historia dominicana murió encarcelado en Ceuta, territorio español en el norte de África, acusado por Sánchez Ramírez de conspirar contra su gobierno colonial.

En vez de ser tratado como un prócer, Ciriaco Ramírez ha sido ignorado por la historiografía tradicional. Quien ha recibido los méritos y glorias de la llamada Guerra de la Reconquista es Juan Sánchez Ramírez, sin tomar en consideración su traición de regresarnos al tutelaje español.

Pedro Santana es otro personaje de la historia dominicana que ha sido valorado injustamente. Él es responsable de crímenes de lesa humanidad y lesa patria.

Siendo presidente de la República en 1845, ordenó el fusilamiento de María Trinidad Sánchez, la heroína que confeccionó la primera bandera dominicana y protegió a los próceres de la independencia. En 1847 dirigió el fusilamiento de los Generales independentistas José Joaquín y Gabino Puello.

En 1855 hizo fusilar al General independentista Antonio Duvergé, junto a su hijo Alcídes. Uno de los padres fundadores de nuestra nacionalidad, el General Francisco del Rosario Sánchez, tras llegar al territorio nacional a combatir la ignominiosa anexión a España, proclamada por Santana el 18 de marzo de 1861, fue capturado junto a un grupo de patriotas, entre ellos, Juan Erazo y Benigno del Castillo, y fusilados el 4 de julio de 1861 por órdenes de Santana.

Los crímenes de Santana abonaron con sangre de próceres el territorio nacional.

Pedro Santana envió al ostracismo por siempre, junto a su familia, al padre fundador de la nacionalidad dominicana, Juan Pablo Duarte y Diez, el más elevado de nuestros héroes nacionales, quien murió en 1876, desterrado en Caracas, Venezuela.

No obstante llevar al patíbulo a cientos de patriotas, y de cometer el crimen de la anexión, catalogado como un crimen de lesa patria, los restos de Santana fueron trasladados al Panteón Nacional a reposar junto a los héroes y a la heroína que hizo asesinar. Algunas calles del país y una fortaleza del ejercito han sido bautizadas con el nombre de este personaje de tan funesta recordación.



Johnny Guerrero

*Es abogado. Secretario General del Capitulo dominicano de la Asociación Americana de Juristas (AAJ). Miembro de: Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH); Campaña Dominicana de Solidaridad con Cuba y Foro Social Alternativo (FSA).