El expresidente Fernández está en la calle. En campaña y operativos proselitistas agitando el área interna y externa del corillo político local. Da igual que Medina su compañero y “amigo” esté ejerciendo aún como Presidente. En política dominicana no se conoce la palabra “respeto”.
Fernández emuló a otro expresidente en repartición de cajas, abrazos y promesas. No es la primera vez que lo hace, ni él ni otros de partidos opositores que también en estos días han salido a la calle a conquistar a la masas a través de dádivas y todo lo necesario para ser el centro de atención y reiterar que están ahí esperando, al acecho y contando los días para morder, atar cabos, hacer alianzas oscuras y anudar las intríngulis del poder.
En ese acto de paternalismo retrogrado clara herencia funesta de Balaguer (hay otras más) el gentío que se agolpó sollozó, fueron empujados, algunos mareados sólo por tratar de obtener esos regalos típicos navideños y que por supuesto, nuestros flamantes políticos ni se despeinan ante esas nimiedades de la muchedumbre. Éstos llegan al lugar, salen del automóvil, sonríen, levantan los brazos, permiten que se acerquen dos o tres ancianas o señoras arremolinadas allí para la típica foto del abrazo sincero y meta mensaje de: “cuento contigo”. Luego el reparto de cajas navideñas, minutos después se despiden en sus vehículos y hasta la próxima.
Observando la estampa en los medios de comunicación de Fernández y otros políticos me pregunté si no estaba viviendo en otro siglo. Seguro que para el de Día de Reyes, las “muñecas y bicicletas” estarán ahí esperando a ser repartidas en otro acto de ignorancia y clientelismo. Para estas cosas hay dinero para lo demás pedimos préstamos.
Sería mejor si estos hombres entendieran que lo entienden, que equipar los hospitales públicos, activar y mejorar la calidad de la enseñanza educativa pública, arreglar las calles y avenidas y mejorar sus condiciones de vida a través de creación de empleos y mejora de la calidad de vida para todos es mejor de los regalos.
Por otro lado, en un par de semanas la mayoría de los productos y servicios incrementaran sus ITBIS. Todo se encarecerá más todavía en un país carísimo como es el nuestro. En el que la calidad de vida merma y los precios suben sin freno sin raciocinio. Impresionante!
Si por lo menos recibiéramos servicios de calidad pudiese justificarse tal vez un aumento, pero es que ni eso. Esto sí que no es un regalo que este pueblo se merezca, pero es la manera en que vamos a recibir el año y que el gobierno lo ha decidido desde hace ya varios largos meses por la falta de dinero y recaudación que tiene el Estado.Al mismo tiempo e incomprensible, este mismo gobierno (como otros tantos) se niega a suprimir parte de la nómina pública y el abultado servicio exterior de personas que sólo calientan sillas, tampoco desean quitar beneficios y dádivas de funcionarios y dietas varias, viajes innecesarios y comisiones que no hacen nada.
El gobierno dominicano tuvo que pedir préstamos para pagar las regalías pascuales del sector público porque supuestamente no hay dinero. ¿Cómo se explica todo esto?
Y pregunto, ¿dónde están las reformas que el gobierno de Medina prometió?
La falta de vergüenza no tiene límites en los políticos del patio…