Davis se convierte en el ave fénix de Lakers
Los Ángeles.– Los repugnantes Lakers, ese equipo decepción que navegaba las aguas de incertidumbre a principios de noviembre, han desaparecido.
Ha sido, casi sin darse cuenta, la reedición de la metamorfosis de Frank Kafka en sentido inverso: de oruga desagradable a mariposa. De oscuridad profunda a claridad inesperada.
Y ese cambio, ese renacer, ese resurgir de las cenizas, no se debe ni al liderazgo de LeBron James ni al acondicionamiento de Russell Westbrook.
Davis es el ave fénix
Este es el equipo de Anthony Davis, el ave fénix de Darvin Ham. Lo que ha ocurrido en Hollywood es fascinante. Como un buen guión de película, el inicio fue lento, aburrido, pero el nudo tuvo una modificación tan inesperada como saludable para agradar a los espectadores.
Lo que parecía una película de terror pasó a ser un drama de superación emocionante y conmovedor.
*Por Bruno Altieri
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