Boston.-En las últimas semanas han surgido extraños comentarios sobre si el dominicano David Ortiz tiene méritos acumulados para ser miembro de Cooperstown tras su retiro.
Los críticos del bateador designado más productivo en la historia de Grandes Ligas tendrán, tras su llegada a los 500 jonrones, que buscar otros argumentos más sólidos, los cuales serán muy difíciles de encontrar para seguir diciendo que el “Big Papi” no tiene estadísticas y solo sabe hacer ese trabajo.
El pasado sábado el designado de Boston conectó dos jonrones para arribar a la aristocrática marca, a la que hasta ahora solo han llegado 27 jugadores en la historia.
Esa cifra también lo ubica como el quinto dominicano en materializarla.
Los otros cuatro son Alex Rodríguez, Sammy Sosa, Albert Pujols y Manny Ramírez.
Los críticos de David se han inventado que un jugador designado, debido a que solo realiza esa función, no tiene calidad para ser electo a la inmortalidad.
El bateador designado fue adoptado en 1973 por la liga Americana, dado que en la Liga Nacional entienden que emplearlo sería desvirtuar el béisbol.
Es un disparate
Los que se oponen a que un jugador que tenga las estadísticas de David no llegue al Salón de la Fama, es negar la importancia que tiene esa especialidad.
Además, un punto que ayuda a Ortíz es que es considerado un verdadero héroes en Boston, donde se le busca hasta para momentos de emergencia, como ocurrió tras la tragedia en el famoso maratón de la ciudad, donde se produjo un acto terrorista.
Pero lo más trascendente en la carrera del dominicano es que tiene números que lo posesionan como uno de los jugadores más productivos.
Si el bateador designado es una especialidad como otra cualquiera en el béisbol, no hay razones lógicas, para que se imponga la irracionalidad de algunos en un deporte tradicional como el béisbol.