Hugo López Morrobel
David Ortiz, es sin temor a equívocos, el pelotero dominicano que ha logrado una mayor empatía con los aficionados, aquí como en Estados Unidos, en especial en la ciudad de Boston, en cuyo equipo los Medias Rojas, acumuló las estadísticas que lo catapultaron para ser hoy miembro del Salón de de la Fama.
Es un individuo muy potable, porque los millones que acumuló y sigue ganando en diferentes facetas del béisbol, nunca se ha aislado de sus orígenes muy humilde, por el contrario, siempre está cerca y presto a ayudar a los más desfavorecidos.
David, que ha salvado a decenas de niños dominicanos con graves afecciones cardíacas críticas, mediante la David Ortiz Children»s Fund, labor humanitaria que no tiene parangón en el país, pero también con mucha incidencia en Nueva Inglaterra, Estados Unidos.
Adornado de todas esas virtudes, sin embargo, cada cierto tiempo su nombre sale a relucir al público por diversos motivos, la mayoría problemáticos.
Hace unas horas, David denunció que es víctima de extorsión y fraude por parte de individuos que habrían hackeado un viejo teléfono celular de su propiedad y que lo amenazan con vender detalles de su vida personal.
Para muchos, el hecho de que el Big Papi esté de rato en rato envuelto en casos de esta y otra naturaleza, podría tener su origen en la sobre exposición que mantiene en los medios, en especial en las redes sociales.
David debe cuidarse al máximo, porque a pesar de sus contribuciones a la sociedad, parece que hay gente que busca hacer daño.
