Datos del Décimo Censo desafían la capacidad gerencial ONE

Los datos del Décimo Censo desafían la capacidad gerencial de la ONE

Los datos del Décimo Censo desafían la capacidad gerencial de la ONE

Los empadronadores se movilizaron por toda la geografía nacional para la recopilación de las informaciones. Archivo

SANTO DOMINGO.-Las dificultades halladas por la Oficina Nacional de Estadísticas y el Ministerio de Economía Planificación y Desarrollo para la aplicación y valoración del Décimo Censo Nacional de Población y Vivienda deben ser tratados como un síntoma social, no como un conjunto de deficiencias, incapacidades y trabas administrativas o gerenciales.

Un censo —hasta un conteo de habitantes como el de Casimiro de Moya en 1908— es un instrumento clave para determinar cuáles son las características generales y específicas de la población en los planos del emplazamiento, formación, empleo, propiedad y calidad de la vivienda, servicios, edad, ocupación y una retahila de otros elementos útiles para el presente y lo porvenir.

Antes de que fuera aplicada la primera serie de preguntas del censo empezaron a surgir signos de oposición por la orientación que se le atribuía.

Activistas sociales con vinculación política veían sesgos perjudiciales para el interés nacional y muchas personas, si no por esta causa, por otras que veremos más adelante, asumieron una actitud recelosa ante el empadronamiento.

Estas críticas no eran buenas ni malas. Eran puntos de vista de entidades nacionales que debían ser estudiadas y hasta discutidas, si era el caso, pero sin llegar a la inmovilización por temor o intransigencia, porque las críticas siempre son preferibles a la complacencia y la buena disposición o flexibilidad a la obsecación.

Complicada carrera
Los obstáculos nunca han faltado, al punto de que todavía prevalecen, más de 8 meses después, cuando la ONE se empeña en el análisis, y acaso en la búsqueda de rutas para subsanar deficiencias con el interés de entregar unos resultados creíbles, bien cotejados y blindados contra destripadores en medio de una atmósfera electoral.

¿Tiene una idea clara la sociedad dominicana de la importancia de un censo para conocer, planificar y ejecutar con efectividad desde los ámbitos público y privado? Parece que no. Y este “parece” está en la base del síntoma: no sabemos lo que cuesta un censo, su importancia ni para qué sirve en su momento y en el futuro.

Aplicado a partir del 10 de noviembre de 2022, el Décimo Censo encontraba todavía en el último tercio de julio de este año 23, dificultades al parecer marginales que afectaban la imagen de la ONE, al punto que debió realizar un acto informativo para decir que finalmente habían sido cubiertas las prestaciones contractuales de empadronadores ruidosos desde el principio porque no se les cumplía.

El censo y la gente
Mucha gente ve en los datos de un censo un conjunto de cifras incomprensibles y un dato general con el que se queda, pero mucho más.

Lo urbano y el criterio en su definición, lo rural, hombre/mujer, dónde vive la gente y en cuáles condiciones, si trabaja o no, casado o soltero y tipo de matrimonio predominante, si tiene casa, niveles de ingresos, etnias donde las hay…

Pues viene a ser que cuando los empadronadores tocaban a las puertas de las casas podían toparse con familias expuestas a toda clase de leyendas transmitidas por aplicaciones informáticas y otros medios de comunicación.

Su único propósito, desde luego, era el de rellenar un documento y ganarse un dinero acaso importante, pero ya se había dicho que organismos internacionales y organizaciones financiadas desde otros países habían penetrado la planificación de las preguntas, así que al recelo típico de la gente por lo que pudiera llegar a hacer el gobierno con sus datos, se le había sumado otro de naturaleza ideológica y estratégica.

Los temores
¿Está descaminado el dominicano común que recela, casi al punto de la paranoia, cuando trata con el Estado y la Administración? No lo está.

Sabe que la última recluta sus cuadros vía la política, nutre al primero a través de los impuestos y que los tres —Estado, Administración y políticos profesionales— son parásitos del bolsillo de la población y de los negocios privados, no por los impuestos, que pudieran llegar a ser útiles, sino porque se cogen el dinero hasta cuando invierten en obras de interés social y no hay forma de evitarlo.

En alguna medida este es el ambiente en el que la ONE batalla para poner en cifras y gráficas los datos recogidos entre los días finales de noviembre y los primeros de diciembre del año pasado, cuando empezó el viacrucis.

La realidad es que a pesar del retraso en el establecimiento del marco general, que debe ser aportado por la Administración vía la ONE, tanto el Gobierno como los particulares pueden acceder a información bastante completa acerca del país en el que viven vía las estadísticas de órganos y entidades del Estado contenidas en el portal www.one.gob.do,

Otras vías
También se puede buscar directamente en instituciones como el Banco Central, con las debidas dificultades si se carece de las herramientas de lugar para sacar información a flote.

En otras instituciones es menos complicado, como el Ministerio de Relaciones Exteriores, que permite a cualquiera saber, con sólo ingresar al portar index.gob.do o ir directamente a https//index.gob.do/informe-registro-2022/ que a finales del año pasado vivían 2 millones 800 mil dominicanos en otros países

Desde luego, cuando se tengan a la mano los datos del censo, cualquiera pudiera preguntarse, de los equis dominicanos que existen según la ONE, ¿son parte los casi tres millones de migrantes registrados con pormenores por la Cancillería vía uno de sus viceministerios?

Y como hay que suponer, muchos querrán saber con cuántos haitianos compartimos el territorio, ¿con todos o con unos cuantos cientos de miles?

Cumplimiento

— Pago servidores
Luego de múltiples quejas y denuncias, la ONE informó la semana pasada que había completado el pago de los honorarios a las personas que trabajaron durante el levantamiento de los datos que sustentan el censo nacional.

La planificación requiere datos
Políticas. Un censo es importante para la planificación desde la Administración y desde el ámbito privado y una muestra de ello es que según el periódico EL DÍA, página 4 de la edición del lunes, día 24 de julio, la Junta Central Electoral ha tenido que recurrir al de 2010 para establecer candidaturas.

¿Y si una empresa establecida o por establecerse quisiera saber dónde vive la gente que según sus expectativas puede comprar tal o cual artículo, cómo saberlo? Se dirá que mediante un encuesta es posible tener una idea.

Es así, pero también mediante el censo es posible enfocar la encuesta, o simplemente recurrir a sus datos para establecer rutas de distribución o ubicación de establecimientos. Lo mismo con los partidos políticos.
Al día de hoy tendrían que hacer como la JCE y recurrir a un censo de hace trece años.