SANTO DOMINGO.-“El mercado para el que fue promulgado el Código Laboral ya no existe”.
Así lo afirma César Dargam, vicepresidente ejecutivo del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep).
Relató que muchas veces se ha querido presentar que el Conep tiene la intención de eliminar la cesantía y que eso no es así.
“Nosotros estamos pensando en el futuro del trabajo y cuáles son las realidades actuales”, declaró.
Entre las actualizaciones propuestas por el colectivo empresarial destacó la necesidad de adecuar el actual Código a los acuerdos de la Organización Internacional del Trabajo, junto a las reformas particulares que han emanado de la jurisprudencia.
Entiende que son cosas que ya están ahí y que solo deben ser añadidas.
Contrato laboral
Sobre el contrato laboral, Dargam dice que este debe ser abordado en todas sus partes, las cuales van desde la formación, la ejecución y la terminación del mismo.
“Hemos visto una serie de modalidades de trabajo que no existían en el año 1993 cuando se promulgó el actual código, entre ellas las jornadas diferenciadas y otras tantas que aplicarles el actual código resulta imposible”.
El empresario dijo que en lo referente a la terminación del contrato está la cesantía, que es cuando el empleador decide prescindir de los servicios de un trabajador.
Aseguró que lo que han planteado no es eliminar la cesantía, sino ver qué ocurre en otros países, la realidad del mercado local y cómo se puede establecer un mecanismo más beneficioso a los trabajadores y que dé más seguridad a los empleadores.
Más cambios
“Otro aspecto —señaló Dargam— es incluir las nuevas tecnologías en el Código y mejorar los procedimientos”. Catalogó de “procesos burocráticos complejos” los establecidos en la actualidad y que no dan tranquilidad a ninguna de las partes, además del tiempo de ejecución que se requiere para implementarlos.
Insistió en señalar que el Código Laboral está desfasado y que aunque se ha logrado avanzar bastante aun se requiere de un mayor consenso nacional.
“Estamos en una economía que tiene un 51% de informalidad y con un marco jurídico que ya no tiene aplicación para estos tiempos. Da pena que convención tras convención sigamos tocando el tema laboral y este siga estando pendiente”, apuntó.
Convención empresarial
En la actualidad, el Conep está sumergido en la preparación de su novena convención empresarial.
“Esta convención inició analizando los resultados de la octava y nos dimos cuenta de que todavía hay un largo camino que recorrer. Muchas de las propuestas no ha sido posible avanzar en ellas”, reconoció.
Aparte de las modificaciones al Código Laboral citadas, enumeró una lista de aspiraciones del sector empresarial, las cuales deberán ser abordadas por las siguientes autoridades del Conep.
Entre ellas una eventual modificación al Código Fiscal y Tributario, que aunque ha tenido una serie de reformas puntuales la estructura sigue siendo la misma.
“Tenemos el caso del sector transporte, donde se pueden exhibir una nueva legislación y nuevas instituciones, pero que sin embargo todavía hay retos importantes que enfrentar”, destacó Dargam.
Recordó, además, la necesidad de firmar el pacto eléctrico, el cual aunque se consensuó hace dos años y todavía no ha sido posible firmarlo.
“Con el pacto eléctrico se logró un acuerdo importante, pero otras complejidades han retardado su firma, incluso el calendario que se pautó en ese momento que permitiría las pérdidas de las distribuidoras no se puso en práctica”, señaló.
Breve historia
El Conep fue fundado en el año 1963 y se conoció en ese entonces como el Consejo Nacional de Hombres de Empresa.
Su primer presidente fue Marino Auffant y su directiva estuvo integrada por diez miembros, quienes debieron enfrentarse a los momentos de turbulencia política que vivió el país después de la dictadura.
A la fecha aglutina 60 asociaciones y 54 empresas.
Dargam lo define como un espacio de diálogo y confluencia de los sectores económicos.
Entre sus objetivos se encuentra la defensa, el desarrollo y la diversificación de la economía nacional, basados en el sistema de la empresa privada y de la libre iniciativa, dentro de un orden jurídico que garantice los derechos fundamentales así como la representación, significación, apoyo y defensa de sus miembros, conforme a sus estatutos y a lo que disponga la Asamblea General de Miembros.