Danilo Medina supo esperar su momento y ganó la Presidencia de la República en 2012, asegurando que no buscaría una reelección.
Cuatro años después Danilo volverá a asumir la Presidencia, mediante una reelección cuestionada, para lograr la cual tuvo seguramente que hacer muchas promesas y concesiones a costa de favorecer impunidades y comprometerse con favores no exentos de turbideces. En esta oportunidad muchos justifican un comportamiento “alegre” en el manejo de la cosa pública, haciendo honor a la conocida política del boroneo.
Sea como sea, a Danilo Medina se le presenta ahora una oportunidad de oro para pasar a la Historia como el gobernante que ¡por fin! implantó la tan anhelada Dictadura de la Ley en este caótico y anti-ético país.
En efecto, Danilo podría desde ahora conformarse con los dos períodos constitucionales que habrá cumplido en el año 2020, y decirle adiós para siempre al amiguismo, a devolver favores políticos, a pactar con gente rara y, en fin, a utilizar su influencia para inducir a otros poderes del Estado a realizar actividades cuestionables. El lema sería ¡A cumplir la Ley al pie de la letra!, y no habría favoritismo para nadie.
Muchos dirán: ¡qué iluso! Y yo respondo; ¿Y si Danilo me lee y decide instaurar la Dictadura de la Ley?