Daniel Rivera

Daniel Rivera

Daniel Rivera

Es la persona más equilibrada que he visto en mi vida. Nunca lo he visto alterado ni agobiado a pesar de sus múltiples ocupaciones gerenciales, médicas, académicas, familiares.

En mis 50 años bien vividos, donde igual me da estar en el hermoso sendero Guayabal-Constanza que al lado de un Presidente de la República: no he visto persona más equilibrada.

Es buen diplomático a fuerza de la formación que, por la academia, lo preparó para ejercer la medicina; pero por interés en la lectura lo forjó en la prudencia, el crecimiento personal y el tacto que debe tener toda persona de éxito.

Si hay luchas de poder –como por lo bajo se dice- desde la Presidencia de la República, con Vicepresidenta incluida, su personalidad la convertirá en un tema intrascendente y cotidiano por el bueno manejo llevado en su vida de más de 30 años como gerente, académico y político.

Se maneja bien con la prensa y los periodistas, y es amigo de muchos más allá de la demarcación donde ejerce y se desarrolló, la provincia cibaeña de Santiago.

Sustituyó a su amigo, colega y socio de la Clínica Unión Médica del Norte, de Santiago, y estoy seguro que su excesiva inteligencia y buenas maneras dará lo mantendrá en el terreno de la vieja amistad con el doctor Plutarco Arias y detener en la puerta de su despacho a los detractores amantes de hacer leña del árbol caído.

No tengo dudas de que el doctor Daniel Rivera, médico internista de larga trayectoria, lo hará bien como ministro de Salud Pública en un país donde las mafias dominan todas las áreas del quehacer nacional.

No tengo dudas, tampoco, de su integridad. No creo que se haya sentado en ese despacho en busca de fortunas mal habidas y para comercio de tráfico de influencia. Amén de su sólida formación moral. No creo que su paz la vaya alterar por la decadencia de las fortunas urgentes.

Vacunas, compras, combate a las principales enfermedades y reforzamiento institucional sabrá llevar en un barco que, de seguro, tendrá sus embates y las olas del mal tiempo lo impactarán.

Creo, reitero, que el doctor Daniel Rivera lo hará bien en el Ministerio de Salud Pública.

P.D.: Gracias de antemano a los que me llamarán lisonjero o, para decirlo en palabras más boca de pueblo, lambón.



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