Francisco Rojas
Esta es una historia real, pero que pasa todos los días. Voy a cambiar el nombre por razones de cuidar a la persona involucrada.
“Padilla” había estado viviendo en las calles en un barrio de Santo Domingo. “Padilla” aunque tenía familia cayó en el vicio de las drogas, su vida callo en lo más bajo que un ser humano podía experimentar.
Él se encontró con Jesús. En medio de esa oscuridad “Padilla” decidió buscar a Jesús. Visitó una iglesia un fin de semana, él fue lleno del Espíritu Santo en el fin de semana, y salió de las drogas. Dios cambió su vida, de la desesperación a la alegría.
Seguir a Jesús cambia tu vida. Constantemente cambia las vidas de las personas. Él cambió la vida de “Padilla”, pero también la mía y tiene poder para cambiar la tuya.
La lectura bíblica recomendada para hoy es el salmo 30:8-12
Dios puede cambiar tu vida alrededor. Dios convierte el ‘lamento en danza’ (v.11a). Él remueve nuestro «cilicio» y lo reemplaza con «alegría» (v.11b). Todo esto sucede cuando lloras ‘misericordia’ (vv.8,10).
David llamó a Dios, ‘¡Ayúdame a salir de esto!’ (v.10). Dios lo hizo: “Has convertido mi luto en baile alegre. Me has quitado mi ropa de luto y me has vestido de alegría” (v.11).
Es increíble y maravilloso escuchar una historia tras otra de Jesús cambiando las vidas de las personas, sacándolas de la desesperación, liberándolas de las drogas, restaurando matrimonios y cambiando vidas, convirtiendo el “luto en baile” y “cilicio en alegría”.
Gracias, Señor, que cuando te pedí ayuda, me respondiste.
¡Gracias por cambiar mi vida y las de millones de personas!
