Dajabón experimenta uno de los más rigurosos cierres

Dajabón  experimenta uno de los más rigurosos cierres de frontera

Dajabón  experimenta uno de los más rigurosos cierres de frontera

Negocios que están fuera del mercado siguen con sus puertas abiertas al público, pero sus empleados aseguraron que sus ventas han disminuido. Carlos Alonzo

Dajabón.-En días como ayer era común ver las calles cercanas a la puerta fronteriza de Dajabón repletas de dominicanos y haitianos en el acostumbrado intercambio comercial, pero estas se encontraban casi desiertas debido al cierre total de la frontera.

Ahora, en los alrededores del mercado binacional solo podía observarse una amplia custodia militar y cientos de ciudadanos de la vecina nación que esperaban para retornar de manera voluntaria a su país.

La situación lleva a la señora Ángela Plasencia, quien lleva toda su vida en Dajabón y que es propietaria de una cafetería, a reflexionar que nunca había visto que un conflicto en la frontera se extendiera tanto como ha ocurrido con este.

“Un cierre de esta magnitud y durar tantos días con la puerta cerrada no lo había visto”, comentó la mujer, quien ve que las ventas son menores debido a que ya los haitianos no pueden cruzar hacia República Dominicana para comprar y son estos sus principales clientes, sobre todo, lunes y viernes, que son los días que se desarrolla el mercado.

En esto coincide Umberto Rodríguez de 59 años, que se dedica a transportar pasajeros en su motor y que tampoco había visto algo así, que llevará a una administración a cerrar la frontera, aunque destacó que en ocasiones se producían altercados entre los haitianos y que ellos mismos decidían cerrar la puerta del lado de Haití.

Haitianos seguían marchándose ayer cargando sus pertenencias y ajuares.

En cuanto al trabajo que realiza junto a otros compañeros, resaltó que “desde el mismo momento que se cerró la puerta hemos dejado de percibir el dinero de nuestra economía; de esa puerta sale el sustento de nosotros y si está cerrada no hay nada”, expresó Rodríguez al indicar con una sonrisa que “por eso dicen que hay que ahorrar para los tiempos venideros difíciles”.

Intercambio
Las puertas del Mercado Binacional de Dajabón permanecen cerradas desde hace semanas y por el momento, sólo se permite la entrada de 10 en 10 a los comerciantes para que puedan sacar mercancías que puedan dañarse.
En un día normal Kathy Cuevas se levanta a las 4:00 de la mañana para abrir su cafetería, sin embargo, desde el cierre de la frontera ordenado por el presidente Luis Abinader, se mantiene en “vacaciones indefinidas, pero sin dinero”, bromeó la mujer.

Bancas de lotería, negocios de comida y tiendas, que están fuera del mercado, siguen con sus puertas abiertas al público, pero sus empleados aseguraron que sus ventas han disminuido considerablemente, ya que los haitianos que cruzan la frontera son clientes clave.

Contraste
A diferencia del mercado fronterizo, ayer sí estaban vendiendo sus productos los vendedores del Mercadito Viejo, también conocido como el Mercado de Verduras, el cual funciona de manera normal.

En este las opiniones de los comerciantes difieren, ya que mientras unos decían que las ventas continuaban dándose con normalidad y con buenas ganancias, otros consideraban que, como ya no bajaban clientes de otras localidades de la zona norte  del país, vendían menos que cuando el mercado en la frontera se lleva a cabo.

José Jiménez, quien lleva 12 años vendiendo víveres dijo a EL DÍA que las ventas están normales y que la gente siempre acude a buscar plátanos, yautías, yuca, entre otros.

Una señora mientras vende en su cafetería.

En tanto, Rosanna Tapia, que vende berenjenas, zanahorias, coliflor, papas y demás, manifestó que las ventas estaban “flojas”, porque casi no está yendo gente al mercado.

De su lado, Guelina Nacail, una haitiana que vende cremas, bóxeres y franelas, comentó a EL DÍA que como está cerrado el mercado binacional no tiene cómo conseguir más productos.

Decisión del Gobierno

— Valoración
Algunos comunitarios de Dajabón valoran como positiva la decisión del presidente Luis Abinader de continuar con el cierre de la frontera, ya que los haitianos no han parado de trabajar en la construcción del canal.