Santo Domingo.- La seguridad en la frontera, tanto en los puntos formales de entrada como en sentido general, se ha reforzado; sin embargo, el pueblo de Dajabón se siente en expectativa ante lo que pueda ocurrir en Haití, aseguró hoy Mirelys Uceta.
La exdiputada explicó que la provincia de Dajabón vive desde hace varios meses los efectos de la crisis haitiana, muy especialmente en el plano económico.
«Sería bueno que se tome en consideración no solo el refuerzo en los puntos migratorios formales, sino en toda la franja fronteriza hasta Restauración. Toda esa zona boscosa puede ser usada para penetrar hacia este lado de la isla», explicó la dirigente política entrevistada en el Programa El Día, que se transmite por Telesistema Canal 11.
En cuanto a las actividades comerciales del Mercado Fronterizo en Dajabón, Uceta manifestó que, por razones humanitarias, se ha permitido que los haitianos entren a comprar, previo al registro de datos biométricos en el área formal del mercado que está asegurada por el Ministerio de Defensa.
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A juicio de la exdiputada, la zona fronteriza de Dajabón se encuentra estable, pero «no podemos esperar nada; tenemos que estar alerta en vista de que la crisis explotó en Haití y tenemos que estar atentos, más aún después de lo sucedido en la cárcel».
Dijo además estar segura de que las medidas de seguridad adoptadas por las autoridades dominicanas han sido hasta el momento efectivas.
La frontera está asegurada
Ayer el ministro de Defensa, Carlos Luciano Díaz Morfa, dijo que los soldados de República Dominicana desplegados en la frontera con Haití «están preparados» para prevenir o disuadir cualquier incidente en esa zona a causa de la grave crisis y la escalada de tensión en el vecino país.
En la zona «se han reforzado las medidas para evitar que desaprensivos puedan intentar ingresar a territorio dominicano», dijo el ministro.
Este es un asunto especialmente preocupante después de que el sábado pasado los grupos armados que aterrorizan Haití entraran en dos cárceles, La Capitale y Croix des Bouquets, las mayores del país, de las que habrían huido unos 3.600 reos, muchos de ellos líderes de bandas conocidos por su crueldad.
La tensión y la violencia a manos de las bandas, que controlan gran parte de Puerto Príncipe y sus alrededores, se incrementó en Haití desde el jueves pasado, precisamente cuando está ausente del país el primer ministro, Ariel Henry, cuya salida del poder exigen esos grupos armados.