Santo Domingo.-Tan solo mirarlo es motivo de risa, pero también de admiración, por tratarse de un icono del humor dominicano. Elegantemente vestido y con una sonrisa de satisfacción, César Augusto Victoria Suazo (Cuquín) compareció como invitado al Almuerzo Semanal del Grupo de Comunicaciones Corripio.
El comediante tocó varios temas que tienen que ver con su carrera, siendo el más impactante el relacionado con la falta de preparación de los nuevos humoristas.
A decir de Cuquín Victoria, el humor que se está haciendo hoy es más ligero, lo que atribuye a la falta de información, específicamente de los libretistas.
Precisó que quien hace humor debe estar informado de todo lo que acontece en todos los ámbitos, estar preparado y contar con buenos libretistas y citó como ejemplo que en los años dorados del humor quienes escribían eran personalidades como Huchy Lora y Narciso González (Narcisazo), entre otros intelectuales.
“El libretista debe tener el mismo nivel de quienes van a interpretar lo que escribió. El humor que nosotros hacíamos era mayormente de denuncias, era un humor social, porque estábamos empapados de todo lo que acontecía”, dijo Cuquín.
Entiende que por la falta de preparación de muchos humoristas es que se recurre tanto al machismo y la homosexualidad en los shows y programas de esta índole. Sin embargo, dijo que muchos se han destacado porque están haciendo un buen trabajo.
Entre los nuevos humoristas con talento citó a los muchachos de La Receta, quienes están haciendo un trabajo profesional.
El cine, teatro y TV
Cuquín tiene varios proyectos en carpeta para este año, entre los que citó la participación en varias películas, una obra de teatro y participa dos veces a la semana en Chévere Night. “Tengo un proyecto de cine en carpeta, del cual aún no puedo hablar porque estamos en la etapa de negociación, pero siempre hay mucho trabajo. La gente me sigue contratando”, precisó.
Se puede vivir del humor
El comediante asegura que en el país se puede vivir del humor y del cine, pero no del teatro, debido a todo el tiempo que se toma montar una obra, que oscila entre tres y cuatro meses de ensayo, para luego presentar la obra un fin de semana y quizá dos.
“El que se dedica solamente al teatro lo hace por amor, porque le gusta, porque después de todos esos meses de ensayo solo te pagan las funciones, pero se aprende mucho”, expresó.
Precisó que como escuela el teatro es lo máximo, porque se aprende mucho, de cómo conducirse y hablar en público. y otros aspectos importantes.
Cuquín no cree en homenajes póstumos, por eso prefiere que cualquier dedicatoria a su figura se le haga en vida.
“Yo no creo en homenajes póstumos.
A mí que me den mi dinero del entierro, me prendan fuego y me soplen y me peguen fuego, que ya con eso es suficiente”, dijo a modo de chiste.
Dijo que la mayor satisfacción que ha sentido ha sido la entrega de El Gran Soberano por parte de Acroarte, lo que ha sido respaldado por el público.
Un hombre de familia
Cuquín Victoria se confiesa un hombre de familia, a quien nunca se le subió la fama a la cabeza.
Dijo que conservar la familia tuvo mucho que ver con la tolerancia de su esposa, aunque no era un hombre de estar haciendo cosas fuera de lo común.
“A mí no se me ha subido la popularidad. Nunca me salí de lo que era el trato con mi familia. Mis hijos estaban por encima de todo”, dijo el humorista.
El apodo de Cuquín le vino cuando era apenas un niño, debido a que siempre andaba “brujuliando” y en principios le decían “Cocullo” y con el tiempo de “Cocullo” nació “Cuquín”.
Como ingeniero civil en lo primero que ejerció fue haciendo la tumba de su familia en el cementerio de la Máximo Gómez. Luego consiguió una contrata para hacer una calle en La Romana y más tarde le dieron la construcción de un edificio de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.
No ha estado interesado en la política, pero en diferentes ocasiones ha recibido ofertas de distintos partidos políticos para candidatearse.