Cumplir con las promesas de campaña, iniciando por las FF.AA. y la P.N.

Cumplir con las promesas de campaña, iniciando por las FF.AA. y la P.N.

Cumplir con las promesas de campaña,  iniciando por las FF.AA. y la P.N.

Rafael Ramírez Ferreira

Porque… Evolucionar siempre ha sido
La ley de la vida.

Todo está perdido cuando los
Malos sirven de ejemplo y los
Buenos de mofa.
Demócrates.-

La tormenta pasó y la riada se llevó muchas cosas, unas con algún tipo de valor pero la gran mayoría era pura basura. Algunos están cobrando por haber contribuido a crear la nube que produjo las aguas suficientes para arrastrar el material necesario para mantener incólume y apuntalar las torres de corrupción, donde habitan los dueños del país en medio de esta cleptocracia.

Muchos ahora quieren llorar y no les luce, más bien, lo importante ahora es comenzar a exigir con fuerza el cumplimiento de promesas y de las leyes con el fin de recuperar las debilitadas instituciones del Estado, quizás, hasta comenzando por las llamadas Fuerzas Armadas Dominicanas y la Policía Nacional. Pero no hablando de leyes, al menos para la primera, sino, hacer cumplir y cumplir por parte del estamento político lo que está establecido en la ley orgánica.

Los engaños para justificar el descalabro de estas instituciones ya lucen no solo desfasados, sino que se ven como una burla a la inteligencia de este pueblo. Y ya que el periodista Luis Pérez Casanova escribió una verdad que todo el mundo conoce pero se niegan admitir, de que la amenaza para los gobiernos en América Latina han dejado de ser los generales y que la verdadera amenaza la constituye el propio sistema político, entonces, ¿por qué no aprovechan este “nuevo gobierno” y descontinúan la apatía hacia ellas?

Claro, que al distinguido periodista y amigo se le olvido que esta amenaza de los generales no existe en este país, siempre y cuando el gobierno haga cumplir la ley orgánica, porque de lo contrario con esos cientos de generales y oficiales superiores, que son militares solo porque llevan el uniforme, pero se han convertido en serviles de los políticos en el poder, principalmente si pertenecen, como a la sazón lo son, al desacreditado Cuerpo de Ayudantes Militares, entonces el panorama cambia y retorna a la misma amenaza ya que estos solo responden a un estamento político.

Y el problema que existe en esta Institución no es pequeño, aunque de fácil solución erradicando el clientelismo político, el favoritismo en detrimento de los Oficiales Académicos, Profesionales y de todo aquel sea Oficial o Alistado que no pertenezca al desvirtuado Cuerpo de Ayudantes Militares, donde para cuyos miembros no existe limite, escalafón alguno ni posición que les venga en ganas ocupar. Claro, siempre en adición a sus “delicadas funciones” de espalderos, mientras se pavonean por todas las oficinas públicas en horas laborables cual si fueran un “honorable” cualquiera, hasta llevando a cabo“Acciones Cívicas” en sus lares nativos promoviendo su bonhomía.

En tanto, los órganos internos son cajones vacíos donde el entrenamiento militar es peor que una maldición. El alistado respeta más al político con el que está que al oficial comandante. Y la cosa esta tan mal, que se parece mucho a lo que acontece con los pobres padres de familia del concho o del motoconcho, que poco a poco se van haciendo dueños de espacios públicos y después del palo “dao” así se queda. En eso estriba el peligro de las FF.AA, porque están llamadas a ser el soporte de la Nación, el ejemplo de cómo debe ser la Sociedad y que los políticos las han convertido en algo menos que cualquier entelequia política.

Se habrá cuestionado alguien el porqué de tantos incidentes con alistados armados tanto en sus hogares como en nuestras calles, el por qué asaltan tantos oficiales subalternos y alistados en los barrios más pobres de este pedazo de tierra, claro que muchos se habrán cuestionado y el motivo ha sido recurrente… ¡El arma!

Siempre cuestioné y cuestiono la razón por la cual un alistado u oficial que no esté de servicio tiene que andar con un arma colgada al cinto como si estuviéramos en el viejo Oeste y la respuesta siempre ha sido la misma, es que nos negamos a terminar de matar a Trujillo. No tengo más espacio, tendremos que continuar si nos permiten permanecer en este mundo. ¡Si Señor!