Cultura de investigación

Cultura de investigación

Cultura de investigación

Wilfredo Mora

La relación entre cultura e investigación hoy día es más clara que nunca. La medicina, la química, la física no son ciencias, sino fronteras epistemológicas a la que el hombre espera llegar algún día.

Las ciencias básicas y las tecnologías no agotan el amplio espectro de las ciencias, por lo que hay avanzar en las ciencias del hombre.

Que tampoco son ciencias, sino disciplinas por su aspecto práctico, no meramente teorético.

Las palabras del flamante viceministro del MESCYT, Plácido Gómez Ramírez, en la premiación y reconocimientos de los académicos que ingresaron a la Carrera Nacional de Investigadores sobre la emergencia de nuevos campos interdisciplinarios, que dan origen a nuevas formas de investigación hacen posible que un investigador de la Química o de la Biología pueda realizar contribuciones en el área de la agricultura o del medioambiente (la palabra medioambiente es tautológica, ya que el medio es un ambiente, y el ambiente es un medio) sirvió de asidero para las siguientes reflexiones acerca de la llamada cultura de investigación, ahora no tan clara.

Existen muchos niveles de definición de esta “cultura de investigación”; va desde la enseñanza universitaria hasta los “secretos del oficio”, refriéndose a lo que los profesores han encontrado valiosa en el curso de su labor científica. Pero la respuesta está en la primera preparación de un periodo de clase, una conferencia o la escritura de nuestro primer ensayo.

También la actitud con la que nos enfrentamos a la búsqueda de nuevos conocimientos, llevando a cabo los estudios de maestrías y doctorales. Ya en este nivel, todo hombre de ciencia tiende a adoptar un orden, una moral y una disciplina. También se aplica a los estudiantes: los problemas disciplinarios los desilusiona de la investigación.

En la sociedad contemporánea, las escuelas y universidades, oímos pedir que los estudiantes deben realizar “trabajos científicos”.

Ello sólo nos indica el papel que esperamos que ellos desempeñen; no guarda relación con la ciencia como tal. No importa, pues un día a muchos nos llega el momento de encontrarnos con la actividad intelectual, el ideal de la investigación y la descripción objetiva de la realidad.

Y si el Estado, hace de la investigación una función interna, de seguro, el aparato gubernamental se transformaría y serviría de agente de cambio de nuestras instituciones educativas.

La cultura de investigación sugiere que toda la vida humana se mueve, con el planteamiento de nuevos problemas actuales para salvaguardar el mundo y sus recursos vitales. Las sociedades opulentas lo fueron por la vía de la investigación y el uso de la tecnología en la industrialización.

Creo que el país está despertando en la ciencia, en la investigación. Pero la cultura es un arma de doble filo, puede destruir la ciencia, con una anticultura científica, puede interferir en la capacidad de planificar la ciencia, así como el conocimiento científico, que tiene que darse con la creación de métodos y procedimientos.

En nuestra sociedad coexisten “dos culturas científicas”. En estas dos culturas, una se asocia a la política y la otra al desarrollo.