La postulación de Danilo Medina en las elecciones de 2020 está inequívocamente prohibida por la vigésima disposición transitoria de la Constitución vigente de 2015.
Es imposible que la propia Carta Magna sea declarada inconstitucional, como graznan émulos de Perogrullo voceros de Leonel Fernández.
Ambas verdades, enormes como el universo, sin embargo encierran como casi todos los absolutos un resquicio de vulnerabilidad.
Porque mientras la Constitución no puede ser inconstitucional, tratadistas importantes sí admiten que normas constitucionales incluidas en su texto podrían adolecer de chocar o contradecir aspectos fundamentales, como derechos humanos, políticos u otros, cuyo rango es universalmente reconocido como préter-constitucional, de validez incontestable especialmente en regímenes republicanos.
¿Es este el caso de la disposición que impide a Danilo ser candidato en 2020?
Si fue aceptada válida y legal en 2015, ¿cómo ahora no? Si la lógica jurídica del artículo transitorio es la anti reelección, ¿cómo puede Leonel con tres presidencias postularse y Danilo con dos no? Quiera Dios no pase como con los hijos de Sedequías. ¡Hasta Judá fue destruida!
