
Compartir:
SANTO DOMINGO.-El inclinado descenso, la adultez de las abundantes estalactitas y estalagmitas, los lagos de diáfanas aguas y la floreciente vegetación, causan en el novel visitante de la cueva de Los Tres Ojos la misma exaltación de quien experimenta con cosas prohibidas.
Su nombre oficial es Refugio de Vida Silvestre Cueva de Los Tres Ojos de Santo Domingo, y la Ley sectorial de áreas protegidas del año 2002 lo incluyó en la categoría tres, que corresponde a monumentos naturales.
